Falsas ideas sobre el Islam
Idea falsa número 1: los musulmanes adoramos a un Dios diferente
Primero de todo, hay sólo un Dios Único que creó el universo y a toda la humanidad. A través de la historia, la gente ha creado falsos dioses en sus mentes y ha tenido falsas ideas acerca de Dios Todopoderoso, pero a pesar de ello, sólo hay un Único Dios Verdadero –y sólo Él es merecedor de adoración.
Desgraciadamente, algunos no-musulmanes creen icorrectamente que los musulmanes adoramos a un Dios diferente que los judíos y los cristianos. Esto puede ser debido a que los musulmanes nos referimos algunas veces a Dios como “Allah”, pero también porque a lo largo de los siglos ha habido muchas mentiras y distorsiones propagadas por los enemigos del Islam. En realidad, los musulmanes adoramos al Dios de Noé, Abraham, Moisés y Jesús, la paz sea con todos ellos –el mismo Dios que el de los cristianos y los judíos. La palabra “Allah” es simplemente el nombre árabe de Dios Todopoderoso (mencionado para la humanidad en el Corán) y es la misma palabra que los cristianos y los judíos araboparlantes utilizan para referirse a Dios. Si tomáis una traducción árabe de la Biblia cristiana, veréis la palabra “Allah” dónde se utiliza “Dios” en castellano. Pero incluso aunque los musulmanes, judíos y cristianos creamos en el mismo Dios, sus conceptos sobre Él difieren un poco. Por ejemplo, los musulmanes rechazamos la idea de la Trinidad o que Dios se haya “encarnado” en el mundo. También, las enseñanzas del Islam no dependen de o llaman al “misterio” o a la “paradoja” –son directas y claras.
El Islam enseña que Dios es Misericordioso, Amante y Compasivo y que no necesita convertirse en hombre (ni los hombres necesitan que lo haga). Uno de los aspectos únicos del Islam es que enseña que el hombre puede tener una relación personal y plena con Dios Todopoderoso sin implicar la trascendencia de Dios. En el Islam no hay ambigüedad en la Divinidad –Dios es Dios y el hombre es hombre. Los musulmanes creemos que Dios es el Más Misericordioso, y que trata directamente con los seres humanos sin la necesidad de ningún intermediario. En realidad, la fórmula “en el Nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo” es una de las aleyas más repetidas en el Sagrado Corán. Además, las enseñanzas puras y directas del Islam exigen que nos aproximemos a Dios Todopoderoso directamente y sin intermediarios. Porque los musulmanes creemos que Dios tiene completamente el control sobre todas las cosas y Él puede derramar Su gracia y misericordia sobre Sus criaturas como quiera –sin que sean necesarias expiación, encarnación o sacrificio de sangre.
En resumen, el Islam llama a la gente a someterse al Único Dios Verdadero y a adorarle solamente a Él.
Idea falsa número 2: los musulmanes adoramos a Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz
De acuerdo con la creencia islámica, el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, fue el último Mensajero de Dios. Él, como todos los profetas y mensajeros –como Noé, Abraham, Moisés y Jesús, la paz sea con todos ellos- era sólo un ser humano. Los cristianos tienen la falsa concepción que los musulmanes adoramos a Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, formulando una analogía incorrecta, porque como ellos adoran a Jesús, la paz sea con él, creen que nosotros hacemos lo propio con Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz. Esta es una de las razones por las cuales han llamado a los musulmanes con el nombre incorrecto de “mahometanos” durante muchos años.
Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, como Jesús, la paz sea con él, nunca reclamó para él la posición divina. Llamó a la gente a adorar sólo a Dios Todopoderoso, y continuamente remarcó su humanidad para que la gente no cayera en los mismos errores que los cristianos cometieron con respecto a Jesús, la paz sea con él. Para evitar su deificación, el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, siempre dijo que se refirieran a él como “el Mensajero de Dios y Su siervo”. Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, fue escogido para ser el último mensajero de Dios para comunicar el mensaje no sólo en palabras sino para ser un ejemplo vivo del mensaje. Los musulmanes lo amamos y respetamos porque fue del carácter moral más elevado y trajo la Verdad de Dios, que es el Monoteismo Puro del Islam (Tawhid). Incluso cuando el Islam estaba en sus estadios iniciales, Dios reveló que Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, “fue enviado como una misericordia para la humanidad”, informándonos que el mensaje del Islam sería muy extendido. Los musulmanes nos esforzamos en seguir el gran ejemplo de Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, pero no lo adoramos de ninguna manera.
Además, el Islam enseña a los musulmanes a respetar a todos los profetas y mensajeros de Dios, pero respetarlos y amarlos no implica adorarlos. Todos los musulmanes verdaderos se dan cuenta que toda adoración y oración deben ser dirigidas únicamente a Dios. Es suficiente con decir que adorar a Muhámmad, que Allah le bendiga y le dé paz, o a cualquier otro, juntamente con Dios se considera el peor pecado en el Islam. Incluso si una persona pretende ser un musulmán, pero adora y reza a otro que Dios Todopoderoso, esto cancela y anula su Islam. La Declaración de Fe del Islam deja claro que a los musulmanes se les enseña a adorar sólo a Dios. Esta Declaración es como sigue, “No hay nada que merezca ser adorado excepto Dios, y Muhámmad es el Mensajero y el Siervo de Dios”.
Idea falsa número 3: el Islam es una religión sólo para los árabes
La manera más rápida de probar que esto es completamente falso es señalar el hecho que sólo entre el 15 y el 20% de los musulmanes del mundo son árabes. Hay más musulmanes indios que musulmanes árabes, y más musulmanes indonesios que musulmanes indios. Creer que el Islam es sólo una religión para los árabes es un mito que fue propagado por los enemigos del Islam ya en los primeros días de su historia. Este presupuesto falso está basado posiblemente en el hecho que la mayoría de la primera generación de musulmanes fueron árabes, que el Corán fue escrito en árabe y el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, era árabe. Sin embargo, tanto las enseñanzas del Islam como la historia de su expansión muestran que los primeros musulmanes hicieron un esfuerzo para propagar su mensaje de Verdad a todas las naciones, razas y pueblos.
Además, hay que aclarar que no todos los árabes son musulmanes y no todos los musulmanes son árabes. Un árabe puede ser musulmán, cristiano, judío o ateo, o de cualquier otra religión o ideología. También, muchos países que algunos consideran como “árabes” no lo son en absoluto –como Turquía e Irán. La gente que vive en esos países habla lenguas diferentes del árabe, que son sus lenguas maternas, y tienen una herencia étnica distinta de los árabes. Es importante darse cuenta que desde los inicios de la misión del Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, sus seguidores provinieron de un amplio espectro de orígenes étnicos –estaban Bilal, el exesclavo africano, Suhaib, el bizantino, Ibn Sailam, el exrabino judío, y Salmán, el persa. Dado que la verdad religiosa es eterna y que no cambia, y que la humanidad es una hermandad, el Islam enseña que las revelaciones de Dios Todopoderoso a la humanidad siempre han sido consistentes, claras y universales.
La Verdad del Islam es para toda la gente independientemente de la raza, nacionalidad o adscripción lingüística. Echar una ojeada al mundo islámico, de Nigeria a Bosnia y de Malasia a Afghanistán, es suficiente para demostrar que el Islam es un mensaje universal para la humanidad, sin mencionar el hecho significativo de que muchos europeos y americanos –del Norte, Centro y Sur- de todas las razas y orígenes étnicos están entrando en el Islam.
Idea falsa número 4: el Islam degrada a las mujeres
Incluso a pesar de que muchos aspectos del Islam son falsamente comprendidos por los no-musulmanes, la ignorancia, desiformación y concepciones incorrectas, las más severas son referentes al trato del Islam con las mujeres. Numerosas aleyas del Corán dejan claro que los hombres y las mujeres son iguales ante Dios. Según las enseñanzas del Islam, la única cosa que distingue a la gente ante Dios es su nivel de conciencia de Dios. Debido a esto, mucha gente se sorprende cuando descubre que la Ley islámica garantizó derechos a las mujeres hace 1400 años que recientemente han obtenido las mujeres de Europa y América.
Por ejemplo, el Islam enseña claramente que la mujer es una persona completa a efectos legales, y es el equivalente espiritual del hombre. También, de acuerdo con la ley islámica, las mujeres tienen derecho a tener propiedades, tener su negocio y recibir el mismo salario por su trabajo que los hombres. Se permite a las mujeres un control total sobre su riqueza, no puede ser obligada a casarse contra su voluntad y el matrimonio se disuelve en el caso de negligencia o malos tratos. También, el Islam no considera a la mujer como una “tentadora malvada”, y no culpa a la mujer por el “pecado original”.
Las mujeres en el Islam practican los mismos actos de adoración que el hombre. En realidad, los derechos que el Islam dio a las mujeres hace unos 1400 años fueron inauditos en América hasta casi el siglo XIX. Hace menos de cincuenta años en Inglaterra y Estados Unidos una mujer no podía comprar una casa o un coche sin la firma de su padre o marido. Además, el Islam concede un gran respeto a las mujeres y su papel en la sociedad, les da el derecho a tener propiedades, casarse con quién quiera y otros. Hay que mencionar que la misión del Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, paró muchas de las prácticas horribles respecto a las mujeres que estaban presentes en la sociedad. Por ejemplo, el Corán puso fin a la práctica árabe pagana de matar a las niñas –como aún ocurre en India entre los hindúes o en China entre los no-musulmanes- cuando nacían. Además, el Islam puso restricciones a la poligamia sin límites de los árabes de su tiempo, y puso muchas leyes para el bienestar de las mujeres.
Hoy en día, la mayor parte de las llamadas reformas en la situación de las mujeres han venido después que en Occidente se abandonara la religión por el laicismo. Incluso aquellos que en Occidente se consideran parte de la llamada “tradición judeocristiana” en verdad siguen los valores del liberalismo occidental –pero sólo en un grado menor que sus compatriotas más liberales. Si las mujeres en el mundo islámico actual no tienen sus derechos, no es a causa del Islam. El problema es que en muchos lugares tradiciones e ideas ajenas al Islam han eclipsado la legislación islámica, ya sea bajo el impacto de la ignorancia o la colonización.
Idea falsa número 5: MuhAmmad, que Dios le bendiga y le dé paz, escribió el Corán
Al tratar esta idea falsa, es interesante que ninguna otra escritura de la humanidad reclama ser la palabra directa del Todopoderoso en su totalidad, tan clara y repetidamente como el Sagrado Corán. Como Dios dice claramente en el Corán: “si hubiera sido escrito por el hombre, habríais encontrado muchas discrepancias en él”. En el tiempo en que el Corán fue revelado, los árabes reconocieron que el lenguaje del Corán era único y que era distinto con diferencia del lenguaje usado normalmente por el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz. Los árabes de esa época, asimismo, fueron conocidos por su bella poesía y Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, era conocido por ser un hombre iletrado.
Dios dice claramente en el Corán que Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, era incapaz de leer y escribir, y si no fuera verdad, ciertamente sus contemporáneos habrían protestado y lo hubieran rechazado. Sin embargo, no hay informaciones de esto. Ciertamente había gente que rechazaban el mensaje de Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, como fueron rechazados los demás profetas, pero nadie por esta razón. Al contrario, Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, tuvo centenares de seguidores leales y los resultados de sus esfuerzos fueron la expansión de España a China en sólo un siglo. También es interesante señalar que incluso cuando el Corán no sea poesía, los árabes fueron dejando de escribir poesía cuando el Corán fue revelado. Hay que decir que el Corán es la pieza de literatura árabe por excelencia, y los contemporáneos de Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, se dieron cuenta que no podían igualarlo.
Además, es fácil demostrar que Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, no tenía la mayor parte de conocimientos expuestos en el Corán, como conocimientos de hechos históricos, profetas anteriores y fenómenos naturales. Dios dice varias veces en el Corán que Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, y su gente no conocía estas cosas, y, de nuevo, si no hubiera sido verdad, sus contemporáneos hubieran rechazado estas afirmaciones. Es suficiente decir que no sólo el Corán es la escritura más memorizada y bien preservada en la tierra, sino que no tiene igual en elocuencia, impacto espiritual, claridad de mensaje y la pureza de su verdad.
Idea falsa número 6: el Islam se propagó por la espada
Muchos no-musulmanes, cuando piensan en el Islam, representan a fanáticos religiosos en camello que llevan una espada en una mano y el Corán en la otra. Este mito, que se popularizó en Europa durante las Cruzadas, no tiene fundamento alguno. Antes que nada, Dios dice en el Corán “no hay compulsión en la religión”. Añadimos que el Islam enseña que la fe de una persona tiene que ser pura y sincera, así que no es algo a lo que nadie pueda ser forzado. Al desacreditar el mito que el Islam fue “propagado por la espada”, el historiador De Lacy O’Leary (que no era musulmán) escribió: “La historia deja claro, sin embargo, que la leyenda de musulmanes fanáticos actuando dogmáticamente y forzando el Islam a punta de espada sobre las razas conquistadas es uno de los mitos fantásticame más absurdos que los historiadores nunca hayan aceptado” (Islam at the Crossroads, Londres, 1923, pág..
Hay que saber también que los musulmanes gobernaron España cerca de 800 años. Durante ese tiempo, y hasta que fueron expulsados, vivían entre ellos no musulmanes que prosperaron. Además, minorías cristianas y judías han sobrevivido en las tierras musulmanas de Oriente Medio durante siglos. Países como Egipto, Marruecos, Palestina, Libano, Siria y Jordania tienen poblaciones cristianas y/o judías. Si se supone que el Islam enseñó que hay que matar o forzar a esa gente para que se hagan musulmanes, ¿cómo sobrevivieron todos esos no musulmanes durante tantos siglos en medio del territorio islámico? Además, si consideramos el pequeño número de musulmanes que inicialmente propagaron el Islam de España y Marruecos por el lado occidental a India y China por el oriental, nos daremos cuenta que eran demasiado pocos para forzar a la gente a pertenecer a una religión contra su voluntad. Además, el sistema de gobierno y la civilización que establecieron los musulmanes gozaban de un gran poder de legitimidad, sus ciudadanos estaban orgullosos de él. La expansión del Islam contrasta con las acciones de los seguidores del cristianismo, que desde el tiempo del emperador Constantino hicieron uso libre de la espada, a menudo basando su conducta en versículos bíblicos. Esto fue especialmente verdad en la colonización de América Latina y África, donde los pueblos indígenas fueron sistemáticamente eliminados o forzados a convertirse. También es interesante constatar que cuando los mongoles invadieron y conquistaron vastas partes del califato islámico, en vez de destruir la religión, la adoptaron. Este es un caso único en la historia –los conquistadores adoptan la religión de los conquistados. Como eran los vencedores, no pudieron ser forzados a convertirse en musulmanes. El país musulmán más grande hoy en día es Indonesia, y nunca hubo batallas allí. ¿Cómo puede forzarse a alguien a aceptar una religión que recompensa espiritualmente y exige tanto como el Islam?
Idea falsa número 7: Los musulmanes no aprecian a Jesús, la paz sea con él
Muchos no musulmanes están sorprendidos al descubrir que según la creencia islámica, Jesús, la paz sea con él, el hijo de María, es uno de los mayores mensajeros de Dios. Los musulmanes aprender a amar a Jesús, la paz sea con él, y una persona no puede ser musulmana son creer en la inmaculada concepción y los milagros de Jesús, la paz sea con él. Los musulmanes lo creemos no por la Biblia o lo que diga cualquier otra religión, sino simplemente porque el Sagrado Corán dice estas cosas de él. Sin embargo, los musulmanes siempre remarcamos que los milagros de Jesús, y todos los demás profetas, la paz sea con todos ellos, se producieron por el permiso de Dios. Habiendo dicho esto, muchos cristianos no creen que Jesús, la paz sea con él, sea el “hijo de Dios”, “Dios encarnado” o la “Segunda persona” de la Trinidad. Dios dice claramente en el Sagrado Corán que Dios Todopoderoso no tiene un hijo, ni alegóricamente, físicamente, metafóricamente o metafísicamente.El Monoteismo Puro del Islam (Tawhid) rechaza la noción de “definir” a Dios (que es básicamente lo que hace la doctrina de la Trinidad), diciendo que nada es como Dios, o que no se puede rezar a nada que no sea Dios. También, el Islam enseña que los nombres “Señor” y “Salvador” son exclusivamente para Dios.
Para evitar las falsas ideas, hay que aclarar que cuando los musulmanes criticamos a la Biblia o las enseñanzas del cristianismo, no estamos atacando el concepto de “Palabra de Dios” o a Jesús, la paz sea con él. Desde el punto de vista islámico, defendemos la Palabra de Dios y a Jesús, la paz sea con él. El objetivo de los musulmanes es cuestionar algunos escritos que se consideran Palabra de Dios, porque los musulmanes no aceptamos que realmente sean la Palabra de Dios en su conjunto. Creemos que en la Biblia hay fragmentos que son la Palabra de Dios y fragmentos que son obra de los escribas bíblicos, y que están mezclados. Además, doctrinas cristianas tales como la Trinidad y la Remisión de los pecados no son aceptadas por los musulmanes porque precisamente no tienen su origen en las palabras de Jesús, la paz sea con él. De esta manera, los musulmanes nos consideramos los verdaderos seguidores de Jesús, la paz sea con él, porque lo defendemos de las exageraciones que se han hecho entorno a su persona y enseñamos el Monoteismo Puro que predicó el mismo Jesús, la paz sea con él.
Idea falsa número 8: El Islam es fatalista
La mayoría de musulmanes se extrañan que su religión, que posee un bello equilibrio entre fe y acción, pueda ser acusada de ser “fatalista”. Quizá esta falsa idea viene de que los musulmanes decimos “¡Alabado sea Dios!” cuando algo bueno o malo ocurre. Esto es porque los musulmanes sabemos que todo viene de Dios, que es el Sostenedor Omniscente del universo, y dado que el musulmán debe depender completamente de Dios, lo que ocurra es para su bien. Sin embargo, esto no significa que los musulmanes no tengamos una postura activa ante la vida, la verdad es lo opuesto. El Islam no sólo exige fe, sino acción: oración regular, ayuno y esfuerzo en el camino de Dios. Para ser más precisos, en el Islam las acciones forman parte de la fe.
El Islam rechaza completamente las creencias extremas de algunas religiones que enseñan que no se debe acudir al médico cuando se está enfermo, sino rezar a Dios para que te cure. La perspectiva islámica es muy positiva, puesto que enseña que los seres humanos pueden tener una actitud positiva ante esta vida. Esto enseñó el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, a sus seguidores, que obviamente fueron activos para expandir el Islam por el mundo en un período relativamente breve de tiempo. Incluso cuando el Islam enseña que Dios sabe lo que harán los seres humanos antes de que lo hagan, estos todavía tienen libre albedrío. Ciertamente Dios, que es Omniscente, sabe lo que le va a ocurrir a todo el mundo antes de que le ocurra. Negar esto es negar al mismo Dios. A pesar de esto, si los seres humanos no tuvieran libre albedrío, sería ridículo e injusto por parte de Dios ordenar que hagan ciertas cosas y que eviten otras. Lejos de ser fatalista, el Islam enseña que el principal propósito en la vida del hombre es ser consciente de Dios.
Debido a esto, los musulmanes se preocupan menos de las cosas materiales y ven su vida en este mundo desde la justa perspectiva. Esto se debe al hecho que el Islam enseña claramente que si la gente adora y depende solamente de Dios Todopoderoso, no tiene nada de qué preocuparse, porque Dios quiere lo mejor para ellos. La verdadera libertad, en la perspectiva islámica, no significa seguir los deseos humanos de comida, bebida y sexo sin orden. Al contrario, la libertad significa ser capaz de controlar los bajos instintos de la persona y realizarlos de una manera adecuada y correcta a los ojos de Dios. Esto pone en sintonía los deseos de la persona con lo que Dios quiere de nosotros, y sólo entonces una persona es verdaderamente libre.
Idea falsa número 9: La amenaza islámica
El los últimos años (especialmente tras los atentados del 11-S de 2001) se ha prestado una gran atención en los medios de comunicación occidentales a la amenaza del “fundamentalismo islámico”. Desgraciadamente, debido a una mezcla distorsionada de informaciones tendenciosas en los medios de comunicación occidentales y a las acciones de algunos musulmanes ignorantes, la palabra “Islam” se ha convertido casi en sinónimo de terrorismo. Sin embargo, si se analiza la situación la pregunta que nos viene a la mente es: ¿las enseñanzas del Islam apoyan el terrorismo? Respuesta: ¡Definitivamente no! El Islam prohíbe totalmente los actos terroristas. Hay que recordar que todas las religiones tienen sectas y seguidores desviados, por lo que debemos acudir a sus enseñanzas, y no a las acciones de unas pocas personas. Por desgracia, en los medios de comunicación, cuando un musulmán comete un acto atroz es etiquerado inmediatamente como “terrorista islámico”. Sin embargo, cuando los serbios asesinaron o violaron a mujeres inocentes en Bosnia, nadie los llamó “terroristas cristianos”, ni fueron llamadas las actividades del IRA en Irlanda “terrorismo católico”. También, cuando los extremistas derechistas en Estados Unidos ponen bombas en clínicas abortistas, no se habla de “terroristas cristianos”. Reflexionando sobre estos hechos, uno puede concluir definitivamente que hay un doble rasero en los medios de comunicación para medir los actos de los musulmanes y los demás seres humanos. A pesar de que los sentimientos religiosos desempeñen un papel significativo en los previamente mencionados conflictos cristianos, los medios de comunicación no les ponen etiquetas religiosas porque presuponen que estos actos bárbaros nada tienen que ver con las enseñanzas del cristianismo. Sin embargo, cuando pasa cualquier cosa en la que está implicado un musulmán, se culpa al Islam de ello, y no a la persona desviada. Es verdad que la Ley islámica permite la defensa armada en unas circunstancias determinadas. [Todos los pueblos y religiones del mundo han tenido y tienen ejércitos y se han defendido de ataques exteriores. Es más, las personas que han defendido a su patria o a su religión son tienen un sitio de honor y respeto en todas las partes del mundo. En España se respeta a personas como Agustina de Aragón que combatió a los franceses en la Guerra de la Independencia, en América Latina a los próceres como José Ribas en Venezuela o a José Martí en Cuba. En Francia se honra a los héroes de la resistencia contra la ocupación alemana de la II Guerra Mundial y en Estados Unidos a los héroes de la Independencia, y así en todos los países del mundo] Pero el Islam condena los ataques contra la gente inocente. La palabra árabe “yihad”, que se traduce habitualmente como “guerra santa” significa simplemente “luchar”. La palabra árabe para “guerra” es “harb”, no “yihad”. “Luchar”, es decir, “hacer el yihad” para defender el Islam y los musulmanes está permitido [Todas las constituciones del mundo tienen el principio de recurrir a las armas si su país es atacado, es más, incluso la ONU lo considera un principio de derecho internacional]. Sin embargo, tales actividades hay que llevarlas a cabo según los principios del Islam y la guía del líder político del Estado y los sabios. El Islam prohíbe claramente “tomarse la ley por su mano”, lo que significa que un musulmán no puede decidir cuando matar, castigar o tomar las armas. El juicio y el castigo dependen de la autoridad política legítima y de los jueces. También, cuando observamos los acontecimientos en los países islámicos, hay que tener en cuenta que hace muy poco que terminó un largo período de colonialismo. Durante esa época, los musulmanes fueron cultural, material y religiosamente explotados. Este perído ha sido sucedido por uno de serios equilibrios internacionales, en el que verdaderamente tres o cuatro Estados tienen un poder real de decisión en el mundo. [Y esto ha creado grandes desestructuraciones sociales y políticas, no solo en los países islámicos, sino en muchos de los llamados despectivamente “países del Tercer Mundo”, en los que ha surgido la violencia, como Haití, Colombia, Nepal, Sri Lanka, Congo, y un largo etcétera]
También, el los medios de comunicación se hace creer a los occidentales que tiranos como Saddam Hussein o Muammar el Ghaddafi son “líderes islámicos”, cuando la verdad es que son justo lo contrario. Ninguno de estos líderes tiránicos profesa el Islam como ideología, sino que utilizan proclamas islámicas para manipular a sus poblaciones indefensas. Tienen tanto que ver con el Islam como Hitler con el cristianismo. En realidad, en muchos de los países de mayoría musulmana el Islam es perseguido. Pero basta con decir que el terrorismo y matar a inocentes contradice claramente las enseñanzas del Islam.
Idea falsa número 1: los musulmanes adoramos a un Dios diferente
Primero de todo, hay sólo un Dios Único que creó el universo y a toda la humanidad. A través de la historia, la gente ha creado falsos dioses en sus mentes y ha tenido falsas ideas acerca de Dios Todopoderoso, pero a pesar de ello, sólo hay un Único Dios Verdadero –y sólo Él es merecedor de adoración.
Desgraciadamente, algunos no-musulmanes creen icorrectamente que los musulmanes adoramos a un Dios diferente que los judíos y los cristianos. Esto puede ser debido a que los musulmanes nos referimos algunas veces a Dios como “Allah”, pero también porque a lo largo de los siglos ha habido muchas mentiras y distorsiones propagadas por los enemigos del Islam. En realidad, los musulmanes adoramos al Dios de Noé, Abraham, Moisés y Jesús, la paz sea con todos ellos –el mismo Dios que el de los cristianos y los judíos. La palabra “Allah” es simplemente el nombre árabe de Dios Todopoderoso (mencionado para la humanidad en el Corán) y es la misma palabra que los cristianos y los judíos araboparlantes utilizan para referirse a Dios. Si tomáis una traducción árabe de la Biblia cristiana, veréis la palabra “Allah” dónde se utiliza “Dios” en castellano. Pero incluso aunque los musulmanes, judíos y cristianos creamos en el mismo Dios, sus conceptos sobre Él difieren un poco. Por ejemplo, los musulmanes rechazamos la idea de la Trinidad o que Dios se haya “encarnado” en el mundo. También, las enseñanzas del Islam no dependen de o llaman al “misterio” o a la “paradoja” –son directas y claras.
El Islam enseña que Dios es Misericordioso, Amante y Compasivo y que no necesita convertirse en hombre (ni los hombres necesitan que lo haga). Uno de los aspectos únicos del Islam es que enseña que el hombre puede tener una relación personal y plena con Dios Todopoderoso sin implicar la trascendencia de Dios. En el Islam no hay ambigüedad en la Divinidad –Dios es Dios y el hombre es hombre. Los musulmanes creemos que Dios es el Más Misericordioso, y que trata directamente con los seres humanos sin la necesidad de ningún intermediario. En realidad, la fórmula “en el Nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo” es una de las aleyas más repetidas en el Sagrado Corán. Además, las enseñanzas puras y directas del Islam exigen que nos aproximemos a Dios Todopoderoso directamente y sin intermediarios. Porque los musulmanes creemos que Dios tiene completamente el control sobre todas las cosas y Él puede derramar Su gracia y misericordia sobre Sus criaturas como quiera –sin que sean necesarias expiación, encarnación o sacrificio de sangre.
En resumen, el Islam llama a la gente a someterse al Único Dios Verdadero y a adorarle solamente a Él.
Idea falsa número 2: los musulmanes adoramos a Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz
De acuerdo con la creencia islámica, el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, fue el último Mensajero de Dios. Él, como todos los profetas y mensajeros –como Noé, Abraham, Moisés y Jesús, la paz sea con todos ellos- era sólo un ser humano. Los cristianos tienen la falsa concepción que los musulmanes adoramos a Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, formulando una analogía incorrecta, porque como ellos adoran a Jesús, la paz sea con él, creen que nosotros hacemos lo propio con Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz. Esta es una de las razones por las cuales han llamado a los musulmanes con el nombre incorrecto de “mahometanos” durante muchos años.
Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, como Jesús, la paz sea con él, nunca reclamó para él la posición divina. Llamó a la gente a adorar sólo a Dios Todopoderoso, y continuamente remarcó su humanidad para que la gente no cayera en los mismos errores que los cristianos cometieron con respecto a Jesús, la paz sea con él. Para evitar su deificación, el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, siempre dijo que se refirieran a él como “el Mensajero de Dios y Su siervo”. Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, fue escogido para ser el último mensajero de Dios para comunicar el mensaje no sólo en palabras sino para ser un ejemplo vivo del mensaje. Los musulmanes lo amamos y respetamos porque fue del carácter moral más elevado y trajo la Verdad de Dios, que es el Monoteismo Puro del Islam (Tawhid). Incluso cuando el Islam estaba en sus estadios iniciales, Dios reveló que Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, “fue enviado como una misericordia para la humanidad”, informándonos que el mensaje del Islam sería muy extendido. Los musulmanes nos esforzamos en seguir el gran ejemplo de Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, pero no lo adoramos de ninguna manera.
Además, el Islam enseña a los musulmanes a respetar a todos los profetas y mensajeros de Dios, pero respetarlos y amarlos no implica adorarlos. Todos los musulmanes verdaderos se dan cuenta que toda adoración y oración deben ser dirigidas únicamente a Dios. Es suficiente con decir que adorar a Muhámmad, que Allah le bendiga y le dé paz, o a cualquier otro, juntamente con Dios se considera el peor pecado en el Islam. Incluso si una persona pretende ser un musulmán, pero adora y reza a otro que Dios Todopoderoso, esto cancela y anula su Islam. La Declaración de Fe del Islam deja claro que a los musulmanes se les enseña a adorar sólo a Dios. Esta Declaración es como sigue, “No hay nada que merezca ser adorado excepto Dios, y Muhámmad es el Mensajero y el Siervo de Dios”.
Idea falsa número 3: el Islam es una religión sólo para los árabes
La manera más rápida de probar que esto es completamente falso es señalar el hecho que sólo entre el 15 y el 20% de los musulmanes del mundo son árabes. Hay más musulmanes indios que musulmanes árabes, y más musulmanes indonesios que musulmanes indios. Creer que el Islam es sólo una religión para los árabes es un mito que fue propagado por los enemigos del Islam ya en los primeros días de su historia. Este presupuesto falso está basado posiblemente en el hecho que la mayoría de la primera generación de musulmanes fueron árabes, que el Corán fue escrito en árabe y el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, era árabe. Sin embargo, tanto las enseñanzas del Islam como la historia de su expansión muestran que los primeros musulmanes hicieron un esfuerzo para propagar su mensaje de Verdad a todas las naciones, razas y pueblos.
Además, hay que aclarar que no todos los árabes son musulmanes y no todos los musulmanes son árabes. Un árabe puede ser musulmán, cristiano, judío o ateo, o de cualquier otra religión o ideología. También, muchos países que algunos consideran como “árabes” no lo son en absoluto –como Turquía e Irán. La gente que vive en esos países habla lenguas diferentes del árabe, que son sus lenguas maternas, y tienen una herencia étnica distinta de los árabes. Es importante darse cuenta que desde los inicios de la misión del Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, sus seguidores provinieron de un amplio espectro de orígenes étnicos –estaban Bilal, el exesclavo africano, Suhaib, el bizantino, Ibn Sailam, el exrabino judío, y Salmán, el persa. Dado que la verdad religiosa es eterna y que no cambia, y que la humanidad es una hermandad, el Islam enseña que las revelaciones de Dios Todopoderoso a la humanidad siempre han sido consistentes, claras y universales.
La Verdad del Islam es para toda la gente independientemente de la raza, nacionalidad o adscripción lingüística. Echar una ojeada al mundo islámico, de Nigeria a Bosnia y de Malasia a Afghanistán, es suficiente para demostrar que el Islam es un mensaje universal para la humanidad, sin mencionar el hecho significativo de que muchos europeos y americanos –del Norte, Centro y Sur- de todas las razas y orígenes étnicos están entrando en el Islam.
Idea falsa número 4: el Islam degrada a las mujeres
Incluso a pesar de que muchos aspectos del Islam son falsamente comprendidos por los no-musulmanes, la ignorancia, desiformación y concepciones incorrectas, las más severas son referentes al trato del Islam con las mujeres. Numerosas aleyas del Corán dejan claro que los hombres y las mujeres son iguales ante Dios. Según las enseñanzas del Islam, la única cosa que distingue a la gente ante Dios es su nivel de conciencia de Dios. Debido a esto, mucha gente se sorprende cuando descubre que la Ley islámica garantizó derechos a las mujeres hace 1400 años que recientemente han obtenido las mujeres de Europa y América.
Por ejemplo, el Islam enseña claramente que la mujer es una persona completa a efectos legales, y es el equivalente espiritual del hombre. También, de acuerdo con la ley islámica, las mujeres tienen derecho a tener propiedades, tener su negocio y recibir el mismo salario por su trabajo que los hombres. Se permite a las mujeres un control total sobre su riqueza, no puede ser obligada a casarse contra su voluntad y el matrimonio se disuelve en el caso de negligencia o malos tratos. También, el Islam no considera a la mujer como una “tentadora malvada”, y no culpa a la mujer por el “pecado original”.
Las mujeres en el Islam practican los mismos actos de adoración que el hombre. En realidad, los derechos que el Islam dio a las mujeres hace unos 1400 años fueron inauditos en América hasta casi el siglo XIX. Hace menos de cincuenta años en Inglaterra y Estados Unidos una mujer no podía comprar una casa o un coche sin la firma de su padre o marido. Además, el Islam concede un gran respeto a las mujeres y su papel en la sociedad, les da el derecho a tener propiedades, casarse con quién quiera y otros. Hay que mencionar que la misión del Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, paró muchas de las prácticas horribles respecto a las mujeres que estaban presentes en la sociedad. Por ejemplo, el Corán puso fin a la práctica árabe pagana de matar a las niñas –como aún ocurre en India entre los hindúes o en China entre los no-musulmanes- cuando nacían. Además, el Islam puso restricciones a la poligamia sin límites de los árabes de su tiempo, y puso muchas leyes para el bienestar de las mujeres.
Hoy en día, la mayor parte de las llamadas reformas en la situación de las mujeres han venido después que en Occidente se abandonara la religión por el laicismo. Incluso aquellos que en Occidente se consideran parte de la llamada “tradición judeocristiana” en verdad siguen los valores del liberalismo occidental –pero sólo en un grado menor que sus compatriotas más liberales. Si las mujeres en el mundo islámico actual no tienen sus derechos, no es a causa del Islam. El problema es que en muchos lugares tradiciones e ideas ajenas al Islam han eclipsado la legislación islámica, ya sea bajo el impacto de la ignorancia o la colonización.
Idea falsa número 5: MuhAmmad, que Dios le bendiga y le dé paz, escribió el Corán
Al tratar esta idea falsa, es interesante que ninguna otra escritura de la humanidad reclama ser la palabra directa del Todopoderoso en su totalidad, tan clara y repetidamente como el Sagrado Corán. Como Dios dice claramente en el Corán: “si hubiera sido escrito por el hombre, habríais encontrado muchas discrepancias en él”. En el tiempo en que el Corán fue revelado, los árabes reconocieron que el lenguaje del Corán era único y que era distinto con diferencia del lenguaje usado normalmente por el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz. Los árabes de esa época, asimismo, fueron conocidos por su bella poesía y Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, era conocido por ser un hombre iletrado.
Dios dice claramente en el Corán que Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, era incapaz de leer y escribir, y si no fuera verdad, ciertamente sus contemporáneos habrían protestado y lo hubieran rechazado. Sin embargo, no hay informaciones de esto. Ciertamente había gente que rechazaban el mensaje de Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, como fueron rechazados los demás profetas, pero nadie por esta razón. Al contrario, Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, tuvo centenares de seguidores leales y los resultados de sus esfuerzos fueron la expansión de España a China en sólo un siglo. También es interesante señalar que incluso cuando el Corán no sea poesía, los árabes fueron dejando de escribir poesía cuando el Corán fue revelado. Hay que decir que el Corán es la pieza de literatura árabe por excelencia, y los contemporáneos de Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, se dieron cuenta que no podían igualarlo.
Además, es fácil demostrar que Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, no tenía la mayor parte de conocimientos expuestos en el Corán, como conocimientos de hechos históricos, profetas anteriores y fenómenos naturales. Dios dice varias veces en el Corán que Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, y su gente no conocía estas cosas, y, de nuevo, si no hubiera sido verdad, sus contemporáneos hubieran rechazado estas afirmaciones. Es suficiente decir que no sólo el Corán es la escritura más memorizada y bien preservada en la tierra, sino que no tiene igual en elocuencia, impacto espiritual, claridad de mensaje y la pureza de su verdad.
Idea falsa número 6: el Islam se propagó por la espada
Muchos no-musulmanes, cuando piensan en el Islam, representan a fanáticos religiosos en camello que llevan una espada en una mano y el Corán en la otra. Este mito, que se popularizó en Europa durante las Cruzadas, no tiene fundamento alguno. Antes que nada, Dios dice en el Corán “no hay compulsión en la religión”. Añadimos que el Islam enseña que la fe de una persona tiene que ser pura y sincera, así que no es algo a lo que nadie pueda ser forzado. Al desacreditar el mito que el Islam fue “propagado por la espada”, el historiador De Lacy O’Leary (que no era musulmán) escribió: “La historia deja claro, sin embargo, que la leyenda de musulmanes fanáticos actuando dogmáticamente y forzando el Islam a punta de espada sobre las razas conquistadas es uno de los mitos fantásticame más absurdos que los historiadores nunca hayan aceptado” (Islam at the Crossroads, Londres, 1923, pág..
Hay que saber también que los musulmanes gobernaron España cerca de 800 años. Durante ese tiempo, y hasta que fueron expulsados, vivían entre ellos no musulmanes que prosperaron. Además, minorías cristianas y judías han sobrevivido en las tierras musulmanas de Oriente Medio durante siglos. Países como Egipto, Marruecos, Palestina, Libano, Siria y Jordania tienen poblaciones cristianas y/o judías. Si se supone que el Islam enseñó que hay que matar o forzar a esa gente para que se hagan musulmanes, ¿cómo sobrevivieron todos esos no musulmanes durante tantos siglos en medio del territorio islámico? Además, si consideramos el pequeño número de musulmanes que inicialmente propagaron el Islam de España y Marruecos por el lado occidental a India y China por el oriental, nos daremos cuenta que eran demasiado pocos para forzar a la gente a pertenecer a una religión contra su voluntad. Además, el sistema de gobierno y la civilización que establecieron los musulmanes gozaban de un gran poder de legitimidad, sus ciudadanos estaban orgullosos de él. La expansión del Islam contrasta con las acciones de los seguidores del cristianismo, que desde el tiempo del emperador Constantino hicieron uso libre de la espada, a menudo basando su conducta en versículos bíblicos. Esto fue especialmente verdad en la colonización de América Latina y África, donde los pueblos indígenas fueron sistemáticamente eliminados o forzados a convertirse. También es interesante constatar que cuando los mongoles invadieron y conquistaron vastas partes del califato islámico, en vez de destruir la religión, la adoptaron. Este es un caso único en la historia –los conquistadores adoptan la religión de los conquistados. Como eran los vencedores, no pudieron ser forzados a convertirse en musulmanes. El país musulmán más grande hoy en día es Indonesia, y nunca hubo batallas allí. ¿Cómo puede forzarse a alguien a aceptar una religión que recompensa espiritualmente y exige tanto como el Islam?
Idea falsa número 7: Los musulmanes no aprecian a Jesús, la paz sea con él
Muchos no musulmanes están sorprendidos al descubrir que según la creencia islámica, Jesús, la paz sea con él, el hijo de María, es uno de los mayores mensajeros de Dios. Los musulmanes aprender a amar a Jesús, la paz sea con él, y una persona no puede ser musulmana son creer en la inmaculada concepción y los milagros de Jesús, la paz sea con él. Los musulmanes lo creemos no por la Biblia o lo que diga cualquier otra religión, sino simplemente porque el Sagrado Corán dice estas cosas de él. Sin embargo, los musulmanes siempre remarcamos que los milagros de Jesús, y todos los demás profetas, la paz sea con todos ellos, se producieron por el permiso de Dios. Habiendo dicho esto, muchos cristianos no creen que Jesús, la paz sea con él, sea el “hijo de Dios”, “Dios encarnado” o la “Segunda persona” de la Trinidad. Dios dice claramente en el Sagrado Corán que Dios Todopoderoso no tiene un hijo, ni alegóricamente, físicamente, metafóricamente o metafísicamente.El Monoteismo Puro del Islam (Tawhid) rechaza la noción de “definir” a Dios (que es básicamente lo que hace la doctrina de la Trinidad), diciendo que nada es como Dios, o que no se puede rezar a nada que no sea Dios. También, el Islam enseña que los nombres “Señor” y “Salvador” son exclusivamente para Dios.
Para evitar las falsas ideas, hay que aclarar que cuando los musulmanes criticamos a la Biblia o las enseñanzas del cristianismo, no estamos atacando el concepto de “Palabra de Dios” o a Jesús, la paz sea con él. Desde el punto de vista islámico, defendemos la Palabra de Dios y a Jesús, la paz sea con él. El objetivo de los musulmanes es cuestionar algunos escritos que se consideran Palabra de Dios, porque los musulmanes no aceptamos que realmente sean la Palabra de Dios en su conjunto. Creemos que en la Biblia hay fragmentos que son la Palabra de Dios y fragmentos que son obra de los escribas bíblicos, y que están mezclados. Además, doctrinas cristianas tales como la Trinidad y la Remisión de los pecados no son aceptadas por los musulmanes porque precisamente no tienen su origen en las palabras de Jesús, la paz sea con él. De esta manera, los musulmanes nos consideramos los verdaderos seguidores de Jesús, la paz sea con él, porque lo defendemos de las exageraciones que se han hecho entorno a su persona y enseñamos el Monoteismo Puro que predicó el mismo Jesús, la paz sea con él.
Idea falsa número 8: El Islam es fatalista
La mayoría de musulmanes se extrañan que su religión, que posee un bello equilibrio entre fe y acción, pueda ser acusada de ser “fatalista”. Quizá esta falsa idea viene de que los musulmanes decimos “¡Alabado sea Dios!” cuando algo bueno o malo ocurre. Esto es porque los musulmanes sabemos que todo viene de Dios, que es el Sostenedor Omniscente del universo, y dado que el musulmán debe depender completamente de Dios, lo que ocurra es para su bien. Sin embargo, esto no significa que los musulmanes no tengamos una postura activa ante la vida, la verdad es lo opuesto. El Islam no sólo exige fe, sino acción: oración regular, ayuno y esfuerzo en el camino de Dios. Para ser más precisos, en el Islam las acciones forman parte de la fe.
El Islam rechaza completamente las creencias extremas de algunas religiones que enseñan que no se debe acudir al médico cuando se está enfermo, sino rezar a Dios para que te cure. La perspectiva islámica es muy positiva, puesto que enseña que los seres humanos pueden tener una actitud positiva ante esta vida. Esto enseñó el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, a sus seguidores, que obviamente fueron activos para expandir el Islam por el mundo en un período relativamente breve de tiempo. Incluso cuando el Islam enseña que Dios sabe lo que harán los seres humanos antes de que lo hagan, estos todavía tienen libre albedrío. Ciertamente Dios, que es Omniscente, sabe lo que le va a ocurrir a todo el mundo antes de que le ocurra. Negar esto es negar al mismo Dios. A pesar de esto, si los seres humanos no tuvieran libre albedrío, sería ridículo e injusto por parte de Dios ordenar que hagan ciertas cosas y que eviten otras. Lejos de ser fatalista, el Islam enseña que el principal propósito en la vida del hombre es ser consciente de Dios.
Debido a esto, los musulmanes se preocupan menos de las cosas materiales y ven su vida en este mundo desde la justa perspectiva. Esto se debe al hecho que el Islam enseña claramente que si la gente adora y depende solamente de Dios Todopoderoso, no tiene nada de qué preocuparse, porque Dios quiere lo mejor para ellos. La verdadera libertad, en la perspectiva islámica, no significa seguir los deseos humanos de comida, bebida y sexo sin orden. Al contrario, la libertad significa ser capaz de controlar los bajos instintos de la persona y realizarlos de una manera adecuada y correcta a los ojos de Dios. Esto pone en sintonía los deseos de la persona con lo que Dios quiere de nosotros, y sólo entonces una persona es verdaderamente libre.
Idea falsa número 9: La amenaza islámica
El los últimos años (especialmente tras los atentados del 11-S de 2001) se ha prestado una gran atención en los medios de comunicación occidentales a la amenaza del “fundamentalismo islámico”. Desgraciadamente, debido a una mezcla distorsionada de informaciones tendenciosas en los medios de comunicación occidentales y a las acciones de algunos musulmanes ignorantes, la palabra “Islam” se ha convertido casi en sinónimo de terrorismo. Sin embargo, si se analiza la situación la pregunta que nos viene a la mente es: ¿las enseñanzas del Islam apoyan el terrorismo? Respuesta: ¡Definitivamente no! El Islam prohíbe totalmente los actos terroristas. Hay que recordar que todas las religiones tienen sectas y seguidores desviados, por lo que debemos acudir a sus enseñanzas, y no a las acciones de unas pocas personas. Por desgracia, en los medios de comunicación, cuando un musulmán comete un acto atroz es etiquerado inmediatamente como “terrorista islámico”. Sin embargo, cuando los serbios asesinaron o violaron a mujeres inocentes en Bosnia, nadie los llamó “terroristas cristianos”, ni fueron llamadas las actividades del IRA en Irlanda “terrorismo católico”. También, cuando los extremistas derechistas en Estados Unidos ponen bombas en clínicas abortistas, no se habla de “terroristas cristianos”. Reflexionando sobre estos hechos, uno puede concluir definitivamente que hay un doble rasero en los medios de comunicación para medir los actos de los musulmanes y los demás seres humanos. A pesar de que los sentimientos religiosos desempeñen un papel significativo en los previamente mencionados conflictos cristianos, los medios de comunicación no les ponen etiquetas religiosas porque presuponen que estos actos bárbaros nada tienen que ver con las enseñanzas del cristianismo. Sin embargo, cuando pasa cualquier cosa en la que está implicado un musulmán, se culpa al Islam de ello, y no a la persona desviada. Es verdad que la Ley islámica permite la defensa armada en unas circunstancias determinadas. [Todos los pueblos y religiones del mundo han tenido y tienen ejércitos y se han defendido de ataques exteriores. Es más, las personas que han defendido a su patria o a su religión son tienen un sitio de honor y respeto en todas las partes del mundo. En España se respeta a personas como Agustina de Aragón que combatió a los franceses en la Guerra de la Independencia, en América Latina a los próceres como José Ribas en Venezuela o a José Martí en Cuba. En Francia se honra a los héroes de la resistencia contra la ocupación alemana de la II Guerra Mundial y en Estados Unidos a los héroes de la Independencia, y así en todos los países del mundo] Pero el Islam condena los ataques contra la gente inocente. La palabra árabe “yihad”, que se traduce habitualmente como “guerra santa” significa simplemente “luchar”. La palabra árabe para “guerra” es “harb”, no “yihad”. “Luchar”, es decir, “hacer el yihad” para defender el Islam y los musulmanes está permitido [Todas las constituciones del mundo tienen el principio de recurrir a las armas si su país es atacado, es más, incluso la ONU lo considera un principio de derecho internacional]. Sin embargo, tales actividades hay que llevarlas a cabo según los principios del Islam y la guía del líder político del Estado y los sabios. El Islam prohíbe claramente “tomarse la ley por su mano”, lo que significa que un musulmán no puede decidir cuando matar, castigar o tomar las armas. El juicio y el castigo dependen de la autoridad política legítima y de los jueces. También, cuando observamos los acontecimientos en los países islámicos, hay que tener en cuenta que hace muy poco que terminó un largo período de colonialismo. Durante esa época, los musulmanes fueron cultural, material y religiosamente explotados. Este perído ha sido sucedido por uno de serios equilibrios internacionales, en el que verdaderamente tres o cuatro Estados tienen un poder real de decisión en el mundo. [Y esto ha creado grandes desestructuraciones sociales y políticas, no solo en los países islámicos, sino en muchos de los llamados despectivamente “países del Tercer Mundo”, en los que ha surgido la violencia, como Haití, Colombia, Nepal, Sri Lanka, Congo, y un largo etcétera]
También, el los medios de comunicación se hace creer a los occidentales que tiranos como Saddam Hussein o Muammar el Ghaddafi son “líderes islámicos”, cuando la verdad es que son justo lo contrario. Ninguno de estos líderes tiránicos profesa el Islam como ideología, sino que utilizan proclamas islámicas para manipular a sus poblaciones indefensas. Tienen tanto que ver con el Islam como Hitler con el cristianismo. En realidad, en muchos de los países de mayoría musulmana el Islam es perseguido. Pero basta con decir que el terrorismo y matar a inocentes contradice claramente las enseñanzas del Islam.