Mientras Colombia, en general, recibió relativamente pocos inmigrantes, la Costa Atlántica y en particular la población de Barranquilla, fueron importantes excepciones. Barranquilla, la segunda ciudad del país en este periodo, ha sido comprada con otras sociedades latinoamericanas en las cuales los inmigrantes han representado un papel significativo en su desarrollo. A causa de su estratégica localización y su posición como el puerto más importante del país, y como el centro comercial e industrial que mostraba una alta rata de crecimiento, Barranquilla fue un punto para los inmigrantes extranjeros. El Ministro de los Estados Unidos en Bogotá opino que era un buen sitio para residir, no solo entre los sitios tropicales de América sino también comparado con su propio país. En la última parte del siglo XIX, la ciudad se había convertido en la residencia de un significativo número de judíos provenientes de las Antillas Holandesas, de alemanes, italianos, cubanos, norteamericanos, franceses, venezolanos e ingleses. Muchos norteamericanos y europeos regresaron a sus países de origen, pero su influencia, así como la de quienes se establecieron definitivamente en Barranquilla, fue suficiente par darle a la ciudad un distinguido aire cosmopolita “Su admirable espíritu cosmopolita se irá reafirmando a la par con su crecimiento y las riquezas que allí se desarrollan la convertirán en un centro de atracción universal, asiento de todas las razas...”
Para los sirio libaneses, Barranquilla, Cartagena y varios pueblos pequeños de la costa caribeña fueron los destinos mas frecuentes, aunque la capital, Bogotá, y otras importantes ciudades del país, como Cali, también recibieron un considerable número de dichos inmigrantes. A pesar del duro clima de