بسم الله الرحمان الرحيم En el nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo.
El Corán es la última revelación de Dios, continuación del resto de las escrituras anteriores, véase Torá, Salmos y Evangelio. Por lo tanto muchos temas son comunes y no asunto exclusivo de los musulmanes [siervos de Dios]. Se Dedica este artículo al mejor regalo que un hombre puede tener en esta vida, una mujer.
La llegada del Islam conlleva derechos para las mujeres. Son muchos los que, debido al interés o al desconocimiento, proclaman que en el Islam existe una sumisión de la mujer respecto del hombre. Nada más lejos de la realidad, desde la llegada del Islam la mujer ha obtenido una gran cantidad de derechos, muchos de ellos inexistentes en muchas de las sociedades supuestamente evolucionadas hasta hace pocas décadas. Incluso diría que algunas de los derechos ni siquiera están claros a día de hoy en nuestra sociedad. Así pues, mientras que en La Torá (libro sagrado de los judíos) se dice que “La mujer es más amarga que la muerte”, en el cristianismo el sacerdote y teólogo Tertuliano comentó “La mujer es la entrada de Satanás hacia el alma del hombre” y el filósofo francés Rousseau dijo que:
“Una mujer sabia es una castigo para su esposo, sus hijos, para todo el mundo”, en el Islam el Profeta Muhammad [Paz y Bendiciones de Dios sean con él] nos dijo claramente: “Esta vida es disfrute, y el mayor disfrute es una mujer virtuosa”. (Transmitido por Muslim), y en numerosos versículos coránicos se hace mención a la igualdad entre hombres y mujeres, versículos que han sido bajados abrogar los cambios que han sufrido las escrituras anteriores. “Los creyentes, hombres y mujeres, se protegen uno al otro. Ellos prescriben lo bueno y prohíben lo que es malo. Ellos observan la oración con regularidad, practican la caridad con regularidad y obedecen a Alá y a Su Mensajero.
Sobre ellos Alá ha prometido a Sus creyentes, hombres y mujeres, jardines sobre los cuales fluyan ríos, para habitarlos, y hermosas mansiones dentro de los jardines con eterna bendición” (Corán 9 : 72) Realmente es una pena que el hombre haya alterado en su beneficio las anteriores escrituras. Por ejemplo, si leemos la Biblia podemos encontrarnos diferentes versículos en los que se menosprecia a la mujer y , por ende, se le exige la sumisión hacia el hombre. Entre estos versículos podemos destacar algunos como:
“Quiero que sepan que Cristo es la cabeza de todo hombre, y el hombre es la cabeza de la mujer, así como Dios es la cabeza de Cristo. Si un hombre se cubre la cabeza cuando ora o cuando profetiza, deshonra al que es su cabeza. En cambio, si una mujer no se cubre la cabeza cuando ora o cuando profetiza, deshonra al que es su cabeza. Eso sería como si se hubiera rapado la cabeza.” (Corintios 11:3-5)
“… vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice”. (Corintios 14:34).
“Así mismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos …”. (Timoteo 2:9)