El musulmán busca alcanzar un elevado estado juntándose con personas piadosas que comparten entre sí el conocimiento, y se aconsejan mutuamente la verdad (Al-Haqq), la paciencia y constancia (As-Sabr), frecuentando reuniones religiosas donde el nombre de Allah es mencionado continuamente, donde hay discusiones sobre la grandeza de las enseñanzas islámicas respecto a la Tarbiah (la educación y el desarrollo) del individuo, la familia y la comunidad, y donde aquellos presentes reflexionan sobre el poderío de Allah, el Altísmo, el Omnipotente, Aquel que no se Le escapa nada de lo que hay en los cielo y en la Tierra, y meditan en la maravilla de la creación del universo y el hombre. En estas reuniones las almas se purifican, los corazones se fortalecen y la totalidad del ser se inunda de fe.
‘Abdullah Ibn Rauâhah t siempre que se encontrara con uno de los Compañeros del Profeta r le decía: ‘Ven y adoremos a Allah unos momentos’. Cuando el Profeta r se enteró de esto dijo: "¡Qué Allah tenga misericordia de Ibn Rauâhah! Pues él ama las reuniones a las que los Ángeles se sienten orgullosos de asistir". Transmitido por Ahmad con un Isnâd Hasan
El califa bien guiado ‘Umar ibn Al-Jattab t solía tomar un descanso regular dejando sus numerosos deberes como gobernante. Entonces tomaba de la mano a uno o dos hombres y les decía: ‘Vengan, aumentemos nuestra fe’. Y se sentaban a recordar a Allah en la mezquita. Haiâh As-Sahâbah, 3/329
Incluso ‘Umar, que era tan virtuoso y realizaba tantos actos de adoración, sentía la necesidad de vez en cuando de purificar su alma. Se alejaba durante algún tiempo de los quehaceres y preocupaciones de esta vida para purificar su corazón y alma.
Mu‘âdh Ibn Yabal le decía a menudo a sus compañeros cuando estaban caminando: ‘Sentémonos a adorar a Allah al menos unos instantes’.
El musulmán correcto es responsable de fortalecer su alma y purificar su corazón. Se esfuerza siempre en alcanzar un nivel superior, y evita debilitarse.
Dice Allah:
{Por el hombre y Quien lo creó, y le enseñó el camino del bien y del mal, que por cierto que obtendrá el éxito [en la otra vida] quien purifique su alma [apartándose de los pecados], y estará perdido quien la pervierta [siguiendo sus pasiones].} [91: 7-10]
Por eso al musulmán se le exige escoger a sus amigos cuidadosamente y adherirse sólo a las reuniones que le aumentan su fe, Taqua y visión. Debe evitar las malas compañías de los demonios humanos, y alejarse de los que se juntan para cometer pecados y desobedecer a Allah porque esto corromperá su alma:
Dice Allah en el Corán:
{Reúnete con quienes invocan a su Señor por la mañana y por la tarde anhelando complacerle. No te apartes de ellos inclinándote por el encanto de la vida mundanal. No obedezcas a quien hemos hecho que su corazón se olvide de Nosotros, sigua sus pasiones y se extralimite en sus acciones.} [18:28]