"Los hijos de Israel fueron liderados por los profetas; cada vez que un profeta moría, un profeta (le) sucedía. Lo! No habrá ningún profeta después de mí"(Saheeh Al-Bukhari, Saheeh Muslim) Por lo tanto, finalmente llegó el Profeta (que la paz y als bendiciones de Allah sean con él) quien declaró explícitamente que él es el último profeta. Los profetas que vinieron antes del Profeta — en lo que puede verse de lo narrado sobre de ellos — no hicieron tal declaración con respecto a sí mismos. Así, por ejemplo, en el Deuteronomio 18: 17-19, Dios dice a Moisés que él va a enviar a otro mensajero "semejante a él" en el futuro. En el Nuevo Testamento, en Juan 14: 15-16, Jesús habla de "otro consolador (aliviador)", siendo enviado por Dios. (También en Juan 16: 7-8 y Juan 16: 12-13 Jesús habla de que alguien ha de venir en el futuro.) Por otra parte, el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dejó muy claro que ningún profeta vendría después de él. Siendo enviado como mensajero final para la humanidad, tenía que haber algunos aspectos que eran únicos, relativos a este último Profeta. Estos aspectos incluyen:
Primero, que nadie podría venir más tarde para corregir ningún error o las distorsion,la revelación recibida por el último profeta habría de preservarse en su pureza original. Está, obviamente, más allá del alcance de este corto artículo, pero un estudio de la historia del Quran y la Sunna demostraría que ambos fueron preservados minuciosamente.
Segundo, la naturaleza del "signo o señal" del último profeta tendría que ser diferente también. Esto es porque este signo tendría que afectar no sólo a las personas que vivían durante el tiempo del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), sino también a todos aquellos que vendría más tarde. El "signo" del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) era el Quran, y su naturaleza milagrosa todavía se puede apreciar hoy y continuará apreciandose en el futuro.
Tercero, este último profeta no podía solo ser enviado a una comunidad entre la humanidad — entonces, cada uno tendría su propio profeta final y así, diferirían entre sí. Este profeta final tuvo que ser enviado para toda la humanidad, poniendo fin a la sucesión de profetas y siendo adecuado para el mundo como un todo. El profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue el profeta único para dar a conocer que no fue enviado sólo para determinadas personas, sino para los diversos pueblos del mundo. Los judíos, por ejemplo, se consideran una raza elegida, y que su mensaje está pensado exclusivamente para ellos mismos. Por lo tanto, muchos de los judíos ortodoxos no creen en la expansión (ganar seguidores) de su creencia.