El Ramadán, sin duda la fiesta más santa del Islam, donde se practica un ayuno drástico durante el mes de diciembre que coincide con el mes lunar del calendario musulmán.
La importancia que se le da a este mes es debido a que, según las enseñanzas del Corán, fue en estas fechas cuando el mayor profeta de esta religión milenaria, Mahoma recibió los primeros versos sagrados por parte de Alá (Dios Musulmán) en el año 610 d.C. Esto ocurrió cerca de la santa ciudad y peregrina de La Meca en Arabia Saudita. Cuenta la leyenda que Mahoma recibió estos textos sagrados cuando aún tenía inquietudes sobre su fe, por lo que desde el cielo llegó el Ángel Gabriel para llevarlo por el camino del bien.
Existen casos especiales y excepciones para esta festividad. Primeramente, los niños no están obligados a realizar el ayuno (privación de alimentos, tabaco, alcohol y sexo), sin embargo pueden ir preparándose a ella. Por otros lados ancianos, las mujeres embarazadas, mujeres que están en pleno ciclo menstrual, y los hombres enfermos, tampoco están obligados a dicho sacrificio corporal.