5.2 Líder religioso
Como expresa Montserrat Albumalham, solo podemos hablar de Mahoma como un reformador religioso, como un relevador moral. Es por tanto este, su estadio principal dentro del Islam y dentro del Corán, el del predicador de una buena nueva, sin esto, no tendríamos nada de lo demás.
Algunos estudiosos, como ya hemos señalado, entienden que la doctrina de Mahoma tiene como punto de partida la Sura XCVI, y a partir de ahí se desarrolla el corpus religioso. En este apartado vamos a analizar las aleyas que se refieren a Mahoma como líder religioso y como creador de una nueva religión, entendiendo creador no como un mago que se saca de la chistera una religión, sino creando poco a poco un corpus religioso en base a las revelaciones de un Dios superior, tomando como base los monoteísmos judío y cristiano. Dentro de su estadio de líder religioso observamos una doble dialéctica, entre el Profeta enviado de Dios, como un ser “elegido” dentro de la comunidad, pero sin perder su visión de uno más.
Entrando en el análisis de las aleyas, encontramos una gran cantidad de apelativos religiosos que recibe Mahoma. Muchos de ellos pueden ser confundidos como apelativos de autoridad (amonestador) o de líder político (guía), pero forman la base de la figura de Mahoma como líder religioso. Este liderazgo viene dado por la revelación de Ala, él es el “Enviado” , Dios ha enviado un Profeta a la tierra para relatar las verdades a las gentes de la Tierra, y ese elegido es Él. Todos estos apelativos indican lo mismo, pero a la vez tienen matices diferentes según las distintas misiones que encomienda Alá al Profeta.
Otro aspecto a reseñar es que Mahoma es el líder de los creyentes , no de toda la comunidad, no debe guiar a los infieles, esa no es su misión. Vemos ya rasgos del proselitismo islámico. Pero si le incumben los que se apartan del buen camino , ya que él es el guía que debe velar porque nadie abandone el islam . Como señalábamos en el primer epígrafe, toda la revelación viene por Ala. Mahoma es el Profeta, pero simplemente relata las enseñanzas adquiridas . Eso sí, no se le niega su carácter de Elegido, pero nada es creación suya, es un transmisor.
Otro tema es el de otras religiones. Mahoma ataca a los judíos en varios pasajes del Corán, y tiene varias aleyas explicitas para las gentes del libro. Esa animadversión ante los judíos, la toma Mahoma en Medina, ya que tiene buenas palabras para ellos en el principio. Sin embargo, la situación que vive en esa ciudad y las resistencias judías le va a hacer adoptar un discurso más duro. Se refiere durante el texto a Profetas de la tradición judeocristiana. Mahoma reconoce profetas bíblicos como Abraham, Juan Bautista o José, pertenecientes a ese tronco común judeocristiano. También reconoce profetas árabes como Hud o Salih, así como reconoce una seria de elementos de la espiritualidad árabe preislámica, como la existencia de esos diosecillos llamados yin, así como la transformación de la Kaaba en un elemento sagrado. Sin embargo impone el monoteísmo, condenando el politeísmo. Sin embargo, solo reconoce la categoría de Enviado a tres personajes: Moisés, Jesús, y el propio Mahoma, estableciendo una cadena secuencial entre religiones.
Dentro de su estadio de líder religioso observamos una doble dialéctica, entre el Profeta enviado de Dios, como un ser “elegido” dentro de la comunidad un hanif , pero sin perder su visión de uno más. En este ejemplo, se ve bien la visión de Mahoma como uno más, no es un ser divinizado. Mahoma debe pedir consejo a los creyentes, la comunidad se construye entre todos.
Otro aspecto reseñable es el del temor a Dios. Mahoma transmite en su enseñanza esa actitud ante Dios , siendo el propia Mahoma el primero que debe temer a Ala. Sin embargo, vemos como en muchísimas aleyas, se termina con la formula “Dios es indulgente y misericordioso” como en la Azora 24. Como último aspecto destacado en la Azora 49, se le confirma como líder religioso, que nadie se ponga por encima. Vemos aquí como se mezcla su identidad de autoridad con la de líder religioso.
Como conclusión a este apartado, remarcamos lo que decimos en las primeras líneas; Mahoma, al fin y al cabo es un reformador religioso. Es su primer objetivo, y sin lo cual nada de su predicación no tiene sentido. Surge en una Arabia desunida, que necesita un mensaje de comunidad. Reúne los elementos preislámicos y reúne los elementos de esas religiones al otro lado del desierto que ha oído y ha visto en sus rutas caravaneras. Con todo esto, forma un monoteísmo al estilo judeocristiano, pero manteniendo las vicisitudes islámicas, una religión que comprendan los árabes y con un mensaje con el que se puedan identificar.
Algunos estudiosos, como ya hemos señalado, entienden que la doctrina de Mahoma tiene como punto de partida la Sura XCVI, y a partir de ahí se desarrolla el corpus religioso. En este apartado vamos a analizar las aleyas que se refieren a Mahoma como líder religioso y como creador de una nueva religión, entendiendo creador no como un mago que se saca de la chistera una religión, sino creando poco a poco un corpus religioso en base a las revelaciones de un Dios superior, tomando como base los monoteísmos judío y cristiano. Dentro de su estadio de líder religioso observamos una doble dialéctica, entre el Profeta enviado de Dios, como un ser “elegido” dentro de la comunidad, pero sin perder su visión de uno más.
Entrando en el análisis de las aleyas, encontramos una gran cantidad de apelativos religiosos que recibe Mahoma. Muchos de ellos pueden ser confundidos como apelativos de autoridad (amonestador) o de líder político (guía), pero forman la base de la figura de Mahoma como líder religioso. Este liderazgo viene dado por la revelación de Ala, él es el “Enviado” , Dios ha enviado un Profeta a la tierra para relatar las verdades a las gentes de la Tierra, y ese elegido es Él. Todos estos apelativos indican lo mismo, pero a la vez tienen matices diferentes según las distintas misiones que encomienda Alá al Profeta.
Otro aspecto a reseñar es que Mahoma es el líder de los creyentes , no de toda la comunidad, no debe guiar a los infieles, esa no es su misión. Vemos ya rasgos del proselitismo islámico. Pero si le incumben los que se apartan del buen camino , ya que él es el guía que debe velar porque nadie abandone el islam . Como señalábamos en el primer epígrafe, toda la revelación viene por Ala. Mahoma es el Profeta, pero simplemente relata las enseñanzas adquiridas . Eso sí, no se le niega su carácter de Elegido, pero nada es creación suya, es un transmisor.
Otro tema es el de otras religiones. Mahoma ataca a los judíos en varios pasajes del Corán, y tiene varias aleyas explicitas para las gentes del libro. Esa animadversión ante los judíos, la toma Mahoma en Medina, ya que tiene buenas palabras para ellos en el principio. Sin embargo, la situación que vive en esa ciudad y las resistencias judías le va a hacer adoptar un discurso más duro. Se refiere durante el texto a Profetas de la tradición judeocristiana. Mahoma reconoce profetas bíblicos como Abraham, Juan Bautista o José, pertenecientes a ese tronco común judeocristiano. También reconoce profetas árabes como Hud o Salih, así como reconoce una seria de elementos de la espiritualidad árabe preislámica, como la existencia de esos diosecillos llamados yin, así como la transformación de la Kaaba en un elemento sagrado. Sin embargo impone el monoteísmo, condenando el politeísmo. Sin embargo, solo reconoce la categoría de Enviado a tres personajes: Moisés, Jesús, y el propio Mahoma, estableciendo una cadena secuencial entre religiones.
Dentro de su estadio de líder religioso observamos una doble dialéctica, entre el Profeta enviado de Dios, como un ser “elegido” dentro de la comunidad un hanif , pero sin perder su visión de uno más. En este ejemplo, se ve bien la visión de Mahoma como uno más, no es un ser divinizado. Mahoma debe pedir consejo a los creyentes, la comunidad se construye entre todos.
Otro aspecto reseñable es el del temor a Dios. Mahoma transmite en su enseñanza esa actitud ante Dios , siendo el propia Mahoma el primero que debe temer a Ala. Sin embargo, vemos como en muchísimas aleyas, se termina con la formula “Dios es indulgente y misericordioso” como en la Azora 24. Como último aspecto destacado en la Azora 49, se le confirma como líder religioso, que nadie se ponga por encima. Vemos aquí como se mezcla su identidad de autoridad con la de líder religioso.
Como conclusión a este apartado, remarcamos lo que decimos en las primeras líneas; Mahoma, al fin y al cabo es un reformador religioso. Es su primer objetivo, y sin lo cual nada de su predicación no tiene sentido. Surge en una Arabia desunida, que necesita un mensaje de comunidad. Reúne los elementos preislámicos y reúne los elementos de esas religiones al otro lado del desierto que ha oído y ha visto en sus rutas caravaneras. Con todo esto, forma un monoteísmo al estilo judeocristiano, pero manteniendo las vicisitudes islámicas, una religión que comprendan los árabes y con un mensaje con el que se puedan identificar.