Una de las más lógicas evidencias que prueban que el Corán es la revelación de Al-láh a Su Mensajero Muhámmad, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, es el hecho de que Al-láh haya desafiado a los incrédulos de Quraish a producir un libro como el Corán. A pesar de que el Corán fue revelado en su propio idioma, y que ellos eran maestros de la retórica, la elocuencia, la poesía y la literatura, fallaron en su intento de producir incluso un capítulo (Sura) similar a él. Al-láh dijo que si toda la humanidad apoyada por los Genios, tratara de producir un libro como el Corán, nunca serían capaces de producir algo similar:
“Diles: Si los hombres y los genios se unieran para hacer un texto similar al Corán, no podrían lograrlo, aunque se ayudaran mutuamente”. (17: 88)
Si el Corán hubiera sido las palabras de Muhámmad, o la producción de cualquier otro mortal, los incrédulos, con su elocuencia y fluidez, hubieran sido capaces de encarar el desafío y producir una Sura similar al Corán. Pero fallaron porque el Corán es la palabra de Al-láh. La superioridad del Corán sobre el habla de los mortales es como la sublimidad de Al-láh sobre sus criaturas. Como Al-láh, glorificado sea, no tiene igual, Sus palabras no son iguales a ninguna de las palabras de los mortales; y así queda demostrado que el Corán es la palabra de Al-láh, glorificado sea.
Como las palabras de Al-láh son comunicadas a la humanidad a través de un Mensajero enviado, consecuentemente, Muhámmad quien comunicó el Corán a la humanidad es un Mensajero enviado de Al-láh.Esto ha sido claramente señalado en el Corán:
“Muhámmad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino el Mensajero de Al-láh y el sello de los Profetas; y Al-láh todo lo sabe.” (33: 40)
Al-láh dijo también:
“Y no te enviamos [¡Oh, Muhámmad!] sino como albriciador y amonestador para todos los hombres. Pero la mayoría lo ignora.” (34: 28)
Al-láh dijo:
“Te hemos enviado [¡Oh, Muhámmad!] como misericordia para el mundo”. (21:107)
En el primer versículo, Al-láh señaló que Muhámmad, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, es Su Mensajero para toda la humanidad, y que él es el último de Sus Mensajeros. Por lo tanto, ningún Profeta será enviado después de Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él). Al-láh señaló también que Él había escogido a Muhámmad para esta noble misión, porque él es el hombre más apropiado y adecuado para llevarla a cabo. En el segundo versículo, Al-láh señaló que él había enviado a Muhámmad a la humanidad entera sin distinción de razas. Muhámmad es enviado a los negros y a los blancos, a los árabes y a los demás pueblos... etc., pero muchos hombres no reflexionan sobre esta verdad, y por eso se perdieron al reusarse a seguir a Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él).
En el tercer versículo, Al-láh se dirige a Su Profeta y le informa que él ha sido enviado como una misericordia para todos los seres creados. El Mensajero es la misericordia de Al-láh la cual Él dio a toda la humanidad.Por lo tanto, quien crea en el Profeta y lo siga está aceptando la misericordia de Al-láh y será recompensado con el Paraíso, y quien no crea en Muhámmad y se rehúse a seguirlo estará rechazando la misericordia de Al-láh y se hará merecedor de un severo castigo en el Fuego del Infierno.
Un llamado a la fe en Al-láh y en Su Mensajero Muhámmad, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él:
Por todo esto te invitamos a ti que razonas, a que aceptes a Al-láh como tu Señor y a Muhámmad como el Mensajero de Al-láh; y te invitamos a que le sigas y obres según su legislación que Al-láh le reveló, que es la religión del Islam cuyas fuentes son: el Sagrado Corán (la palabra de Al-láh) y los dichos del sello de los Profetas, Muhámmad(que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él) que han sido ratificados. Ya que Al-láh lo protegió de tal modo que no ordenaba sino lo que Al-láh ordenó y no prohibió sino lo que Al-láh prohibió; entonces di con sinceridad en tu corazón: acepto a Al-láh como mi Señor y mi único Dios, y di: acepto a Muhámmad como el Mensajero de Al-láh, y síguelo pues no hay salvación sino en ello, que Al-láh nos conceda la felicidad y la salvación ¡Amén!.