Esto tiene el objetivo de mostrar respeto y proteger la privacidad, como indican las palabras del Profeta
: ‚Un hombre estaba mirando dentro de la habitación del Profeta
por un agujero en la puerta, y el Profeta tenía el diente de un peine con el cual se estaba rascando. Le dijo: ‚Si yo hubiera sabido que estabas mirando, te habría pinchado el ojo con esto. Ciertamente, Dios ha ordenado pedir permiso para proteger la intimidad del ojo (ajeno)‛ (al-Bujari y Muslim). No se debe insistir al pedir permiso. El Profeta
dijo: ‚Puedes pedir permiso tres veces. Si se te da permiso, entonces entra. Y si no, vuélvete‛ (Muslim).
La persona que pide permiso debe darse a conocer. Yábir
dijo: ‚Fui al Profeta
para hablarle sobre un préstamo de mi padre. Golpeé la puerta y él dijo ‚¿Quién es?‛. Yo dije: ‚Soy yo, soy yo‛. Él respondió: ‚¡Soy yo, soy yo
Abdur-Rahmán A. Al-Sheha
‚¡Oh, creyentes! No entren en ninguna casa que no sea la vuestra sin antes pedir permiso y saludar a su gente‛ (Cor{n 24:27)
Las enseñanzas del Profeta r sobre saludar y pedir permiso – Era de sus enseñanzas saludar a la gente cuando llegaba y despedirse al irse. Enseñó a difundir el saludo “As-salaamu `alaikum” (La paz sea contigo).
– Dijo: “Los jóvenes deben saludar a los más ancianos, el que pasa debe saludar al que está sentado, el que va montado debe saludar al que va a pie y el grupo más pequeño debe saludar al grupo más grande”. Era el primero en saludar a quien se encontrara, y cuando alguien lo saludaba él inmediatamente contestaba con un saludo similar o mejor, a menos que no hubiera razón para hacerlo, tal como durante una oración o cuando estaba dentro del baño.
– Tenía la costumbre de comenzar el saludo diciendo: “As-salaamu `alaikum wa rahmatullaah”. A él no le gustaba empezar con: “Alaikas-salam”, sino que respondía a un saludo de un musulmán diciendo: “Wa`alaikas-salam” (y que sobre ti sea la paz).
– Cuando saludaba a un gran número de personas y su saludo no era oído, lo repetía tres veces.
– Enseñó que quien entraba a una mezquita debería hacer primero que nada dos rak`at de oración para saludar a la mezquita antes incluso de saludar a las personas.
– No contestaba a un saludo con su mano, con su cabeza o con su dedo excepto durante la oración, cuando contestaba con una señal.
– Cuando pasaba junto a los niños los saludaba, y si pasaba junto a un grupo de mujeres las saludaba. Sus compañeros pasaban al lado de una mujer anciana luego de la oración del viernes y la saludaban.
– Solía enviar sus saludos a alguien ausente y transmitir los saludos de otros. Y cuando alguien traía un saludo él respondía: “Y también para quien lo transmitió”.
– Fue preguntado: “Cuando un hombre se encuentra a su hermano musulmán ¿debe inclinarse ante él? Él contestó r: “No”. Le fue preguntado: “¿Debe besarlo? Dijo: “No”. Le preguntaron: “¿Debe estrechar su mano?” Respondió: “Si”.
– Nunca sorprendía a su familia entrando inadvertidamente como si desconfiara de ellos. Sino que saludaba y preguntaba por ellos.
– Cuando entraba donde su familia por la noche los saludaba de forma que él pudiera ser oído por aquellos que estuvieran despiertos pero que no despertara a los que estuviesen dormidos. – Cuando pedía permiso para entrar y era preguntado: “¿Quién es?”, solía responder con su nombre completo o su apodo, pero no decía: “Soy yo”.
– Tenía la costumbre de pedir permiso tres veces, y si no oía una respuesta afirmativa se iba.
– Solía enseñar a sus compañeros a saludar antes de pedir permiso para entrar.
– Cuando llegaba a la casa de alguien no se paraba de frente a la puerta sino que esperaba en su esquina derecha o izquierda. Él decía: “El permiso [para entrar] fue ordenado debido (a la obligación de preservar) la vista (de la intimidad de la gente)”.
‚Y cuando vuestros hijos alcancen la pubertad deberàn pedir permiso en todo momento como lo hacen los adultos‛ (Cor{n 24:59)