‚Abu B{kr se encontró conmigo y me preguntó: ‚¿Cómo est{s Handalah?‛. Respondí: ‚¡Handalah se este convirtiendo en un hipócrita!‛. Él respondió: ‚¡Lejos est{ Dios de toda imperfección! ¿Qué estás diciendo?‛. Le dije: ‚Cuando estamos con el Mensajero de Dios
, él nos recuerda el Paraíso y el Infierno como si estuviera delante de nuestros ojos, pero cuando dejamos su compañía, volvemos con nuestras esposas, hijos y asuntos mundanos, y nos olvidamos mucho de eso‛. Abu B{kr dijo: ‚¡Por Dios! Ciertamente, lo mismo me pasa a mí‛. Entonces Abu B{kr y yo nos fuimos hasta la casa del Mensa-jero de Dios . Yo le dije: ‚Handalah se est{ convirtiendo en un hipócrita, ¡Oh, Mensajero de Dios!‛. Él dijo: ‚¿Y cómo es eso? Le dije: ‚Oh, Mensajero de Dios, cuando estamos contigo, tú nos recuerdas el Infierno y el Paraíso como si estuviera delante de nuestros ojos, pero cuando dejamos tu compañía, volvemos con nuestras esposas, hijos y asuntos mundanos, y nos olvidamos mucho de eso‛. A eso, el Mensajero de Dios comentó: ‚Por Aquél en Cuya Mano está mi alma, si ustedes estuvieran todo el tiempo en el estado en el que se encuentran cuando están conmigo, los ángeles descenderían y los saluda-rían en sus camas, cuando caminan, etc. Pero, sepan que hay un tiempo para esto y un tiempo para aquello (y repitió esto tres veces)‛ (Muslim). Aquí el Profeta explicó que el entretenimiento y los momentos de ocio son algo deseable, para que el hombre recupere su actividad y vida cotidiana.
El Profeta
El Profeta
‚Oh, Mensajero de Dios, ¿tú bromeas?‛. El respondió: ‚Si, pero no digo sino la verdad y lo que es correcto‛ (at-Tirmidhi).
enseñó a sus compañeros los modales para bromear cuando le preguntaron: Se puede bromear con las acciones como también con las palabras. Anas ibn Málik
‚Ciertamente, Záhir es nuestro ‚desierto‛, y nosotros somos su ‚ciudad‛.
No se debe bromear en una forma en que lastime o maltrate a otro. El Profeta
‚Que ninguno de ustedes tome los asuntos de su hermano para hacerlo eno-jar, ni en broma ni en serio‛ (Abu Dawud y at-Tirmidhi).
reportó que un beduino llamado Záhir solía traer regalos para el Profeta desde el desierto, y el Profeta solía ayudarlo con provisiones cuando se iba. El Profeta dijo: Un día, el Profeta se acercó a él inadvertidamente mientras estaba ven-diendo sus artículos, y lo aferró por detr{s. Z{hir exclamó: ‚¡Suéltame!‛. Luego miró detrás y reconoció al Profeta , entonces presionó su espalda con-tra el pecho del Profeta quien dijo en voz alta: ‚¿Quién comprará a este esclavo?‛. Y Záhir dijo: ‚¡Oh, Mensajero de Dios, nadie pagará por mi!‛. El Profeta respondió: ‚Pero para Dios, tú no careces de valor, m{s bien, te co-tizas en el precio de Dios‛ (Ibn Hibb{n). dijo: También dijo:
‚No está permitido para un musulm{n intimidar a otro‛.
Pero nunca se debe mentir cuando bromea. El Profeta
‚¡Ay de quien miente para hacer reír a la gente! ¡Ay de él, Ay de él!‛ ([hmad y Abu Dawud).
dijo: La vida del musulmán no es como muchos erróneamente creen, que no puede haber ninguna forma de diversión o entretenimiento. Un compañero del Profeta