Narró Muad Ibnul Yábal – que Dios esté complacido con El – que escuchó al mensajero de Dios - Que la paz y bendiciones de Dios sean con El – decir: “No hay un siervo de Dios que se presente ante El en el día de la resurrección, cuando deje de pertenecer a este mundo y sus pies no anden más por el, al que se le preguntarán cuatro cosas: ¿ En qué desgastó su cuerpo ?, ¿ en qué invirtió su vida ?, ¿ su tiempo y sus obras en qué las ocupó ? y ¿ su dinero de donde lo obtuvo y en qué lo invirtió ?”.
Hoy, apreciados y queridos hermanos, vamos a referirnos al último elemento de estas cuatro preguntas a las que responderemos ante Dios – Alabado y Altísimo sea su nombre – en el día de la resurrección; el dinero. En la pregunta ¿ su dinero de donde lo obtuvo y en qué lo invirtió ? debemos saber cada uno de nosotros que Dios nos cuestionará sobre la manera de cómo hemos obtenido y reunido nuestros bienes, en qué lo invertimos estando vivos y a quien se lo cedimos en calidad de herencia.
Seremos preguntados ante Dios de la forma en que obtuvimos nuestras posesiones, de lo lícito o ilícito de estas. Porque ciertamente el cuidado de lo ilícito debe ser nuestra prioridad ya que esta nos conducirá a un final desagradable y oscuro. Por esta razón Dios – Alabado y Altísimo sea su nombre – nos advierte de abstenernos de comer de lo ilícito. Palabra de Dios en el Sagrado Corán nos informa: " Dios ha prohibido despojar o tomar los bienes de otros sin razones justas." Por tanto que nadie se considere con derecho a los bienes ajenos sin una justificación de las que Dios legisló, como el caso de herencia, la donación y el contrato eficaz que permite la adquisición. Se puede dar el caso muy repudiadas de quien dispute a un hermano una posesión sin tener justificativo y llegue un reclamo hasta las autoridades o los jueces buscando un dictamen que le otorgue la posesión y así despojar a dicho hermano del bien en disputa presentando falsos testimonios o pruebas amañadas, o mas aún, un sucio soborno. ¡Cuan mala acción es esta y cuan malas son las consecuencias que merecen de futuros castigos!”.
En un relato, nos comenta Yaber que escuchó al Profeta - Que la paz y bendiciones de Dios sean con El – decir: “Oh humanos, nadie fallece hasta obtener lo que le corresponde, Dios ha establecido que nadie morirá hasta que obtenga el sustento que le pertenece; no se apresuren en pedirle a Dios de lo lícito y apártense de lo ilícito”.
Fue preguntado un hombre virtuoso ¿ Cual es la mejor manera de obtener ganancias en este mundo y cual es lo malo de esto ?. El hombre virtuoso respondió. La mejor manera de obtener ganancias es pedir lo lícito para no tener ninguna necesidad tomando lo necesario para así adelantarnos al día del Juicio Final. La mejor ganancia para el día Final es dejar una ciencia o sabiduría para que la gente la aprenda, la practique y se expanda, así como un modo de vida que lo sigan y beneficie a la humanidad. La peor ganancia en la tierra, continuó diciendo el hombre virtuoso, es un dinero reunido de lo ilícito, gastado en el pecado y dejarlo a herederos que desobedecen a Dios. Lo peor de todo esto, es negarle los derechos o sus pertenencias a quien le corresponde por pura arrogancia, así como el pecado que cometes a propósito o un mal sistema de vida que enseñes despertándolo o haciéndolo revivir con altanería o como por venganza.
Dijo Ibn Mas´ud – que Dios esté complacido con El- que escuchó al profeta - Que la paz y bendiciones de Dios sean con El – narrar lo siguiente: “ Dios repartió su órdenes así como repartió el sustento. Dios da al mundo a quien ama y a quien no ama, pero la fe y la religión se la entrega a quien ama, así que no obtengas dinero de lo ilícito aunque lo vayas a invertir en buenas obras y si lo dejas a herederos será un camino hacia el infierno ya que Dios no borra lo malo por lo malo sino lo malo por lo bueno”.
Dijo el Profeta - Que la paz y bendiciones de Dios sean con El- "quien no toma en cuenta de donde obtiene su dinero, Dios no tendrá en cuenta por cual puerta ingresará al infierno".
Comentan que el Shaitán observó a un hombre que adoraba a Dios y dirigiéndose a su séquito de amigos les dijo: Miren a ese hombre y presten atención de donde obtiene su sustento, ya que si lo obtiene de lo ilícito, debemos estar tranquilos ya que seguirá nuestra senda.
Nuestra obediencia a Dios no tiene ninguna validez si comemos de lo ilícito así como lo explicó nuestro Profeta- que la paz y bendición de Dios sean con el- que en el día Final se presentarán hombres con inmensas obras como montañas y cuando sean juzgadas, Dios las dispersará despreciándoles completamente, y le preguntaron ¿ y cómo puede suceder esto, porque Dios las dispersará si ellos rezaban, pagaban el Zakat, ayunaban y peregrinaban ? dijo el Profeta: "Porque le ofrecieron algo de lo ilícito y lo tomaron, por esta razón Dios dispersó sus obras".
Pedro Delgado Moscarella