a) Los estudios biográficos más serios sobre Osama bin Laden coinciden en que durante su estancia con la resistencia afgana contra la invasión soviética, el entonces millonario saudita tuvo una experiencia de conversión religiosa del Islam a lo que Ruthven llamaría islamismo, una variante particularmente politizada y expansionista de dicha fe.
b) El principal punto de ruptura de Bin Laden con la monarquía saudí fue lo que él consideró la profanación de un espacio sagrado: cuando Arabia Saudita permitió que se estacionaran las tropas de la coalición internacional que bombardearon Irak durante la guerra del Golfo Pérsico. La principal objeción de Osama fue el hecho de que se permitiera a no islámicos estar en territorio árabe, que es sede de La Meca, el lugar sacro para alrededor de un millón 200 mil musulmanes de todo el mundo. Los primeros ataques con explosivos vinculados a Bin Laden, se dirigieron a bases militares norteamericanas estacionadas precisamente en Arabia Saudita.
c) La estrecha relación de Osama y Al-Qaeda con clérigos e ideólogos islámicos considerados extremistas. Ayman Al-Zawuahiri, y eventualmente el mullah Mohammed Omar, del Talibán, son dos ejemplos importantes.
d) Las fatwas o declaraciones públicas de guerra a Estados Unidos, y eventualmente a sus aliados, en un contexto inequívoco de Jihad (guerra sacra islámica) las cuales no varían en su esencia de 1992 a la fecha20.
e) Las acciones —e interpretación de dichas acciones— que han seguido a dichas declaraciones. Esencialmente nos referimos a acciones bélicas específicas y el reclutamiento y adoctrinamiento militar con base eminentemente religiosa de los seguidores de Osama. Los bombazos a las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en agosto de 1998 serían un ejemplo de los primeros. Los campos de entrenamiento en Afganistán que estableció Al-Qaeda, ilustran lo segundo.
f) El análisis de discurso de las proclamaciones y declaraciones públicas de Osama bin Laden, tanto pre como post 11 de septiembre, exhiben un contenido netamente religioso. De acuerdo con muchos eruditos arábigos, el uso del lenguaje no es de ninguna manera superficial ni casual. Contextualizado cultural y teológicamente, para muchos seguidores y simpatizantes, Osama habla y actúa como un musulmán piadoso, celoso de su fe y exhibe un alto grado de congruencia entre sus creencias y acciones. La variante marginal de Islam que Osama y Al-Qaeda practican no representa a la mayoría de los musulmanes. Pero no por ello deja de ser una creencia religiosa.
g) Las percepciones sobre Osama como caudillo religioso por sus seguidores inmediatos y por estratos populares diversos en el mundo árabe, es un punto relevante y se tratará más adelante. Por el momento es suficiente estar conscientes de que, en diferentes niveles de población, sean las madrasas más conservadoras de Paquistán, o sectores chiítas iraníes, no sólo se le ve con gran simpatía y como un buen musulmán. No ha habido clérigos importantes o Ulemas que lo proscriban por considerarlo herético.
20 Una de las más importantes es la fatwa publicada el 23 de febrero de 1998 en el diario árabe Al-Quds Al-Arabi. (London, U.K.) p.3.
Consideramos que los datos anteriores son suficientes para examinar seriamente la tesis de que Osama bin Laden y la dirigencia de Al-Qaeda están motivados religiosamente y tienen una visión particular de lo que es el Islam y cómo se debe seguir a Alá. Es verdad que muchos musulmanes discrepan de su visión y muchos lo reprueban. Eso, sin embargo, no altera en nada la naturaleza eminentemente religiosa de la propuesta de Islam —por más extrema que ésta sea o parezca— que Osama y Al-Qaeda representan. La realidad es que Osama y Al-Qaeda pusieron sobre la mesa de discusión al interior del mundo árabe, hace más de una década, un proyecto claro y concreto de Islam. Occidente apenas parece empezar a tomarlo con alguna seriedad, y sólo en la medida en que ha afectado sus intereses21. Sin embargo, más que examinar la propuesta religiosa y sus implicaciones, el análisis se ha enfocado en los efectos bélicos y las dimensiones tecnológicas, financieras, de inteligencia militar y el escenario socio-político en que éstas se desarrollan. Pero estos elementos no son sino accesorios periféricos de un proyecto teocrático y sus procesos de implementación.
21 Al-Qaeda y Bin Laden han sido señalados también como responsables de los famososatentados que privaron de la vida a más de trescientas personas en Kenia y Tanzania, en agosto de 1998. La mayoría era africana y laboraba o se hallaba cerca o dentro de las dosembajadas estadounidenses. En Sudán, es conocida la cercanía de Osama bin Laden con influyentes intelectuales y líderes extremistas del gobierno. La llamada guerra civil de Sudán está animada, lo mismo que la reciente inestabilidad en los estados del norte deNigeria, por proyectos teocráticos de establecer un imperio islámico purista. Sudán hallevado, por mucho, el saldo más trágico. Por años, diversas organizaciones de asistencia humanitaria han denunciado salvajes violaciones a los derechos de civiles indefensos,particularmente mujeres y niños no islámicos. Hordas tribales fanatizadas violan, asesinan y mutilan en el nombre de Dios y han creado una red de tráfico infantil de esclavos. Poco ha hecho “la civilización occidental” para detener el genocidio."