La religión del Islam posee una enorme fuerza interior. Penetra en los corazones y causa que estos se encanten con ella. Por esta razón, muchos continúan actualmente ingresando al Islam a pesar del débil financiamiento y escaso apoyo moral que reciben quienes lo difunden. Aún cuando los enemigos del Islam gastan enormes cantidades de dinero en distorsionar y empañar la imagen de esta religión, las personas siguen conociendo y aceptando el Islam en tropeles. Raramente una persona ingresa al Islam y luego lo abandona.
Esta fuerza interior también influenció a algunos orientalistas, que originalmente estudiaron el Islam para encontrar sus puntos débiles. La belleza del Islam y sus principios verídicos, que orientan la natural disposición del ser humano hacia una mentalidad sana y equilibrada, ha cambiado sus vidas, y posteriormente aceptaron el Islam. Quienes antes eran enemigos del Islam, están afirmando ahora que esta es la verdadera religión. Gibb dijo: ‚Bien, entonces si el Corán fuera la obra de Muhámmad, otro hombre podría imitarlo y rivalizar con él, que produzcan entonces diez versículos como los del Corán. Si no pueden (y es obvio que no podrán), que acepten entonces que el Corán es un milagro excelente y evidente‛.
El Islam es una religión que apoya y fortalece a la sociedad; ha dispuesto como una obligación sobre los musulmanes atender las necesidades de su prójimo, donde sea que estuvieren. El Profeta dijo:
‚Los creyentes, en su amor y misericordia de los unos por lo otros, son como un cuerpo; si una parte sufre dolor, todo el cuerpo sufre y padece fiebre‛ (Muslim).
El Islam ordena a los musulmanes a esforzarse por mejorar la condición de los necesitados a través de la caridad, ya sea voluntaria u obligatoria. El Profeta dijo: ‚Ninguno de ustedes verdaderamente cree, hasta que ame para su hermano lo que ama para sí mismo‛ (al-Bujari).
El Islam encomienda a los musulmanes a apoyar a sus hermanos en tiempos de crisis y agonía. El Profeta dijo: ‚Los creyentes son como un edificio sólido, apoyándose los unos en los otros como los ladrillos‛, y entrelazó los dedos de sus manos para dar un ejemplo gráfico (al-Bujari). Ordena a los musulmanes ayudar a sus hermanos y asistirlos en tiempos de emigración a causa de una guerra o violencia generalizada. Dios dijo:
‚Por cierto que los creyentes que emigraron, contribuyeron con sus bienes y combatieron por la causa de defender la religión de Dios son aliados de aquellos que les refugiaron y les socorrieron en Medina. En cambio, a quienes no emigraron no tienen la obligación de socorrerlos hasta que emigren. Pero si les piden que les auxilien para preservar su religión deben hacerlo>‛ (Corán 8:72)
El Profeta dijo:
‚Ningún musulmán abandonará a su hermano cuando su honor está siendo atacado, sin que Dios lo abandone a él en ese momento de mayor necesidad. Y ningún musulmán vendrá en ayuda de su hermano musulmán cuando su honor está siendo atacado, sin que Dios venga en su ayuda en ese momento de mayor necesidad‛ ([hmad y Abu Dawud).
Abdur-Rahmán A. Al-Sheha