En las ciudades principales del Hedjaz, como Taif y Yatrib, existían con anterioridad a nuestra época, colonias hebreas importantes dedicadas al comercio y organizadas con sus rabinos, sinagogas y escuelas. Para ellos, los árabes carentes de un “libro revelado”, eran “gentiles”, pero no desdeñaban la conversión de elementos beduinos, ni la difusión del hebraísmo, e incluso mas hacia el Sur, en el Yemen, habían llegado a fundar un Estado hebreo.
El cristianismo difundido a través de Siria, del país de los Gasspanidas y de Persia por los encuentros de los beduinos con ascetas y eremitas cristianos y por las actividades de sirios cristianizados, no se circunscribía a nación alguna y había hecho prosélitos entre las tribus del desierto, adoptando la tendencia monofisita, la melquita o la nestoriana, según los puntos y épocas de irradiación en Arabia.