El Islam prohíbe defraudar; solicitar caridad sin necesitarla; alarmar a un hermano musulmán o quitarle sus posesiones, ya sea en broma o en serio; cambiar de parecer después de otorgar un presente; practicar la medicina sin tener experiencia; o matar hormigas, abejas y pájaros. Un hombre tiene prohibido mirar el ‘awrah (partes íntimas) de otro hombre, y una mujer tiene prohibido mirar el ‘awrah de otra mujer. Está prohibido sentarse entre dos personas sin su permiso; o saludar sólo a aquellos a los que se conoce, porque el saludo debe darse a todos aquellos a los que se conoce y a los que no se conoce. Un musulmán tiene prohibido hacer un juramento que le impida hacer una buena acción. Está prohibido juzgar entre dos partes enfrentadas cuando uno está enfadado, o favorecer a una parte sin escuchar lo que la otra parte tiene que decir. Está prohibido que un hombre camine a través del mercado llevando algo – como un arma con filo- que pudiera herir a los musulmanes, salvo que esté cubierta de manera apropiada. Un musulmán tiene prohibido hacer que otra persona se levante para tomar su lugar.
Hay más órdenes y prohibiciones que existen para el beneficio y felicidad de los individuos y la humanidad en su conjunto. ¿Ha visto alguna vez otra religión que pueda compararse a ésta?
“Quien siga una religión diferente al Islam [el sometimiento a Allah] no se le aceptará, y en la otra vida se contará entre los perdedores.” [Aal ‘Imraan 3:85]