1 – Comenzar pronunciando el nombre de Dios diciendo ‚Bismillah‛ (en el nombre de Dios) antes de comer, y concluir alabando a Dios y agradeciéndole, diciendo ‚Al hámdu lillah‛ (alabado sea Dios). Es de buena educación coger la comida del borde exterior del plato más cercano usando la mano derecha, porque la mano izquierda es generalmente usada por los musulmanes para limpiase las partes íntimas. ‘Umar iban Abi Salamah dijo:
‚Cuando era un niño, estaba comiendo en la casa del Mensajero de Dios y mis manos iban a coger la comida del medio del plato. El Mensajero de Dios me dijo: ‚Jovencito, menciona el nombre de Dios, come con tu mano derecha, y coge de la parte más cercana a ti‛ (al-Bujari).
2 – No debe quejarse o criticar la comida, sin importar cuánto le disguste. Abu Hurairah dijo:
‚El Mensajero de Dios nunca criticó una comida. Si le gustaba la comía, y si no le gustaba la dejaba‛ (al-Bujari).
3 – Se debe evitar comer y beber en exceso. Dios dijo:
‚Coman y beban con mesura, porque Dios no ama a los inmoderados‛ (Corán 7:31)
El Profeta dijo:
‚El hombre no llena un hueco peor que su estómago. Es suficiente que una persona tome los bocados necesarios para mantener erguida su espalda, y si quiere comer más, que llene un tercio con comida, un tercio con bebida, y un tercio con aire‛ (Tirmidhi).
y no coger la comida del centro del plato, en especial cuando es un plato comunitario
4 – No se debe soplar o respirar dentro de los vasos. Iban ‘Abbás dijo que el Profeta prohibió respirar dentro de los vasos o soplar dentro de ellos (Abu Dawud y at-Tirmidhi).
5 – No se debe ensuciar la comida y la bebida de otros.
6 – Es recomendable comer en compañía y no solo. Un hombre le dijo al Mensajero de Dios :
‚Nosotros comemos pero nuestro apetito no queda satisfecho‛. El Profeta le preguntó: ‚¿Se reúnen a comer, o comen separados?‛, y él respondió: ‚Por separado‛. El Profeta dijo: ‚Reúnanse a comer juntos y mencionen el nombre de Dios, y vuestra comida ser bendecida‛ (Abu Dawud e Ibn Máyah).
7 – Se debe pedir permiso para llevar a otros al aceptar una invitación. Uno de los habitantes de Medina llamado Abu Shu’aib invitó a cinco personas, entre las cuales estaba el Profeta, quien vino con otro hombre. El Profeta le dijo a Abu Shu’aib:
‚Este hombre vino con nosotros; si tú lo permites, entrará. Sino, se volverá por su camino‛. El anfitrión dijo: ‚No, por el contrario, yo le doy permiso‛ (al-Bujari).
Abdur-Rahmán A. Al-Sheha
Abdur-Rahmán A. Al-Sheha