El Islam prohíbe orinar en agua estancada, defecar a la orilla del camino o en lugares en los que los hombres buscan sombra o de donde se extrae agua; orientarse a la qiblah (dirección para orar), o darle la espalda al orinar o defecar; sostener el pene con la mano derecha al orinar; dar el saludo de salaam (paz) a alguien que está haciendo sus necesidades; y colocar la mano en cualquier tipo de vasija antes de haberla lavado, cuando uno acaba de despertar.
El Islam prohíbe ofrecer oraciones voluntarias cuando el sol está saliendo, o cuando se encuentra en su cenit, o en su ocaso, ya que el sol sale y se pone entre los cuernos de Satán; orar cuando hay comida preparada que las personas desean comer; orar cuando uno tiene la urgencia de orinar, defecar o tiene flatulencias, porque esto distrae a la persona y no se puede concentrar en la oración.
El Islam prohíbe que el musulmán eleve la voz mientras ora, para no molestar a los demás creyentes; continuar ofreciendo oraciones voluntarias por la noche cuando uno se siente adormecido - dicha persona debería dormir y luego levantarse; permanecer toda la noche orando, especialmente una noche tras otra.
El Islam prohíbe la compra, venta y los anuncios de objetos perdidos en la Mezquita – porque este es el lugar de adoración y recuerdo de Allah, en el que no tienen lugar los asuntos terrenales.
El Islam prohíbe apurarse al caminar cuando se pronuncia el establecimiento (iqaamah) de la oración en congregación), y establece que se debe caminar de un modo calmo y respetuoso. También está prohibido hacer alarde de lo que cuesta construir una mezquita; decorar una mezquita con pintura roja o amarilla o con adornos que pudieran distraer a los fieles.
El Islam prohíbe construir sobre las tumbas, hacerlas altas, sentarse sobre ellas, caminar entre ellas con el calzado puesto, colocar luces o escribir sobre ellas. Está prohibido desenterrar a los muertos o convertir a las tumbas en lugares de adoración. El Islam prohíbe lamentarse, rasgarse las vestiduras o dejarse el cabello sucio cuando una persona muere. Así como venerar a los muertos. Sí respetar su recuerdo.
El Islam prohíbe apurarse al caminar cuando se pronuncia el establecimiento (iqaamah) de la oración en congregación), y establece que se debe caminar de un modo calmo y respetuoso. También está prohibido hacer alarde de lo que cuesta construir una mezquita; decorar una mezquita con pintura roja o amarilla o con adornos que pudieran distraer a los fieles.
El Islam prohíbe construir sobre las tumbas, hacerlas altas, sentarse sobre ellas, caminar entre ellas con el calzado puesto, colocar luces o escribir sobre ellas. Está prohibido desenterrar a los muertos o convertir a las tumbas en lugares de adoración. El Islam prohíbe lamentarse, rasgarse las vestiduras o dejarse el cabello sucio cuando una persona muere. Así como venerar a los muertos. Sí respetar su recuerdo.