Estos derechos pueden resumirse en cinco fundamentos generales:
1 – Justicia. Esto se logra dando a cada quien lo que le corresponde. Al gobernante se le requiere ser justo, proteger los derechos de los de-más, cumplir con sus deberes, distribuir responsabilidades, imple-mentar normas y tomar decisiones. Todos deben ser iguales para él, ningún grupo o individuo debe ser arbitrariamente favorecido sobre otro. El Profeta dijo:
‚Ciertamente, el mas amado para Dios y el mas cercano a Él en el Día de la Retribución, será el gobernante justo. Y ciertamente la persona más detesta-ble en el Día de la Resurrección y el que recibirá el castigo más severo, será el tirano‛ (at-Tirmidhi).
2 – El pueblo tiene derecho a no ser oprimido, engañado, ni ser trai-cionado por el gobernante. El Profeta dijo:
‚Si a un servidor se le da responsabilidad sobre otra gente y muere habiéndo-los traicionado, Dios le prohibirá el Paraíso‛ (Muslim).
3 – El pueblo tiene derecho a ser consultado en todos los asuntos per-tinentes a sus intereses económicos, sociales y políticos43. Tienen derecho a expresar sus puntos de vista, y el gobernante debe aceptarlos si ellos demuestran que es lo mejor para el bienestar público. Dios dijo:
‚Por misericordia de Dios eres compasivo con ellos. Si hubieras sido rudo y duro de corazón se habrían alejado de ti; perdóna-
43 La consulta se limita a aquellos asuntos sobre los cuales no hay un texto legal explícito en el Corán o en las Tradiciones del Profeta, o a la forma de implementación de las mismas les, pide perdón por ellos y consúltales en las decisiones. Pero cuando hayas tomado una decisión encomiéndate a Dios. Dios ama a quienes se encomiendan a Él‛ (Cor{n 3:159)
El Mensajero de Dios acampó lejos de los pozos de agua antes de la Batalla de Bádr, y uno de sus compañeros (al-Hubab ibn al-Mundhir) le preguntó: ‚¿Dios te ha inspirado escoger este lugar, o es una estrategia de guerra?‛. El Profeta respondió: ‚Es una estrategia de guerra‛. Entonces, al-Hubab le dijo al Profeta: ‚Mejor acampemos del otro lado de las fuentes de agua, para evitar que el enemigo tenga acceso al agua‛. Entonces el Profeta tomó su consejo.
4 – El pueblo tiene derecho a que las leyes que promulgue el gober-nante estén de acuerdo a la ley islámica. El gobernante no tiene derecho a establecer leyes acorde a su deseo o capricho personal.
5 – El pueblo tiene derecho a que su gobernante sea siempre accesible y que no se encierre detrás de puertas de seguridad y palacios; a no ser menospreciados y a que no designe a intermediarios entre él y el público, que dificulten hablar con él o que filtren el acceso del público al gobernante.
El Profeta dijo:
A quien se le de responsabilidad sobre algún asunto de los musulmanes y se aparte de ellos cuando están en su momento de mayor necesidad, Dios se apartará de él cuando él esté en su momento de mayor necesidad en el Día de la Resurrección‛ (Abu Dawud).
6 – El pueblo tiene derecho a que su gobernante sea clemente y tolerante con ellos y que no los sobrecargue con tareas superiores a sus fuerzas ni restrinja su manera de vivir. El Profeta dijo:
"Oh Dios, a quien asuma alguna autoridad sobre mi nación y les haga las cosas difíciles, hazle a él las cosas difíciles; y a quien asuma alguna autoridad sobre mi nación y sea gentil con ellos, sé gentil con él‛ (Muslim).
Umar ibn al-Jattáb explicó la importancia de este tópico cuando dijo:
"Por Dios, que si una mula se cae en Iraq, yo temería que Dios me fuera a interrogar por qué no hice alisar el camino para ella"
Abdur-Rahmán A. Al-Sheha
Abdur-Rahmán A. Al-Sheha