La oración mantiene al siervo en contacto con su Señor; si él la incorpora a un espíritu de entrega y concentración, se sentirá tranquilo y seguro, porque estará buscando un “apoyo poderoso”, que es Allah, alabado y glorificado sea. Por esta razón el Profeta del Islam, Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía decir: “Busquemos paz y regocijo en la oración”. Si algo lo afligía, él se apresuraba a orar. Quien enfrenta un desastre y ora encuentra fuerza, paciencia y consuelo, porque recita las palabras de su Señor, las cuales no pueden ser comparadas con el efecto de las palabras de un ser creado. Si las palabras de algunos psicólogos pueden proporcionar algo de bienestar, ¿qué crees de las palabras de Aquel Que ha creado a los psicólogos y la psicología?
Ahora observemos el zakaat, que es uno de los pilares del Islam. El zakaat purifica el alma de la avaricia y la miseria, y acostumbra a la gente a ser generosa y a ayudar al pobre y necesitado. Traerá una gran recompensa el Día de la Resurrección. No es oneroso, como los impuestos creados por el hombre; representa sólo 2,5 %, el cual el verdadero musulmán paga voluntariamente y no trata de evadirlo ni espera que alguien lo persiga para pagarlo.