El Islam prohíbe la asociación de cualquier cosa en la adoración con Allah y la adoración de cualquier cosa que no sea Allah, porque ello significa la condena y la miseria. El Islam también prohíbe visitar o creer en consejeros y adivinos, magia o brujería que pudiera separar o unir a dos personas, creer en la influencia de los astros sobre los acontecimientos y las vidas de las personas; prohíbe las maldiciones, la superstición y el pesimismo.
El Islam prohíbe las buenas acciones en las que se hace alarde o se recuerda a los demás los beneficios obtenidos; prohíbe saludar con reverencia o postrarse ante cualquier cosa que no sea Allah; sentarse con hipócritas o personas inmorales con el propósito de disfrutar de su compañía o para acompañarlos; e invocar uno al otro el insulto o la ira de Allah o condenarse unos a otros al infierno.