– Cuando había un eclipse el Profeta Muhámmad r corría ansiosamente a la mezquita y hacía dos rak`at. En la primera recitaba al-Fatihah en voz alta, seguido de una larga recitación del Corán. Luego hacía un largo ruku`. Luego se levantaba del ruku` diciendo: “Sami`a Aláhu liman hamidah. Rabbana wa lakal-hamd.” (Allah oye a aquel que lo alaba. Para Ti, nuestro Señor, pertenece toda alabanza), pero continuaba de pie y hacía otra larga recitación, aunque más corta que la primera. Luego hacía un segundo ruku` largo, pero más corto que el primero. Se levantaba de nuevo del ruku` y hacía un largo suyud. Hacía lo mismo en la segunda rak`ah. De esta forma, hacía dos rak`at inclinándose cuatro veces en ruku' y haciendo cuatro prosternaciones. Luego de la oración pronunciaba un elocuente sermón.
– Durante un eclipse urgió a recordar a Allah, hacer la oración, suplicar, buscar el perdón, dar caridad y liberar a los esclavos.