Las enseñanzas del Profeta r sobre el matrimonio[1]
– Fue narrado de manera auténtica que el Profeta r dijo: “Lo más querido para mí en este mundo son las mujeres y el perfume, pero el deleite de mis ojos es la oración”.[2]
También dijo: “Oh jóvenes, quien de ustedes tenga la capacidad de casarse que lo haga”.[3]
Y dijo: “Cásense con una mujer afectuosa y fértil”.[4]
– Su relación con sus esposas estaba caracterizada por el buen trato y las buenas maneras. Él r solía decir:
“El mejor de ustedes es el que mejor se comporta con su familia, y yo soy quien mejor se comporta con su familia”.[5]
– Si una de sus esposas mostraba interés en algo permisible, él estaría de acuerdo con ella. Solía dejar que las niñas de los Ansaar jugaran con Aisha y. Cuando Aisha y bebía de un recipiente, él lo tomaba y bebía del mismo lugar en el que ella había puesto su boca. Él solía descansar en la habitación de ella y recitar el Corán con la cabeza en su regazo incluso cuando ella tenía su menstruación.
– Luego de la oración del `asr solía visitar a todas sus esposas, una después de la otra para preguntar cómo estaban, pero en la noche él dormía en la casa de aquella que le tocara el turno.
– Solía tratar a sus esposas con equidad en cuanto al tiempo, la manutención y el hogar.
– Solía mantener relaciones sexuales con sus esposas en el principio o el final de la noche. Si tenía relaciones sexuales al comienzo de la noche, tomaba un baño o solo hacía el wudhu', y luego dormía.
– Decía: “Maldito es aquel que someta a su esposa contranatura”[6]. Enseñó: “Cuando alguno de ustedes tenga la intención de mantener relaciones sexuales con su esposa que diga: “Allaahumma yannibna ash-shaitán wa yannib ash-shaitana ma razaktana”. (Oh Allah, mantennos alejados de Satán y mantén a Satán lejos de aquello con lo que tú nos proveas.) Luego, si un hijo es decretado Satán jamás podrá perjudicarlo”.[7]
– También dijo: “Cuando alguno de ustedes contraiga matrimonio debe tomar la frente de su esposa y suplicar a Allah por bendición, pronunciar el nombre de Allah y decir: “Allaahumma inni as'aluka jairaha wa jaira ma yubilat `alaihi, wa a`udhu bika min sharraha wa sharra ma yubilat `alaiha” (Oh Allah, te pido por el bien que hay en ella y en su creación, y busco refugio en Ti del mal que hay en ella y el mal de su creación.)[8]
– Él solía decir a los recién casados: “Baarak Allaahu laka, wa baaraka `alaika wa yama`a baynakuma fi jair.” (Que Allah los bendiga, que envíe Su bendición sobre ustedes y que los una en la bondad.)[9]
– Si deseaba viajar, echaba suertes entre sus esposas. Aquella que ganara el sorteo lo acompañaría sin tener que compensar el tiempo a las otras.
– No era parte de sus enseñanzas dar mucha atención a la construcción de las casas, ni a decorarlas o agrandarlas.
– Se divorció de una esposa y se reconcilió con sus esposas luego de separarse de ellas por un mes; y nunca pronunció el dihár.[10]