– El Profeta r hizo el adhán[2] con y sin repetición de las frases. También pronunciaba el iqámah[3] repitiendo una o dos veces las frases, a excepción de la frase “Qad qamat is-saláh” (la oración se ha establecido) que siempre la decía dos veces.
– Enseñó que aquel que oye el adhán debe repetir las frases que escucha excepto por la frase “Haiia `alas-saláh" y "Hayya `alal-faláh”, donde debe decir: “La hawla wa la quwwata illa billaah" (no hay poder ni fuerza salvo en Allah).”
– También dijo: “Quien oye el adhán y dice: 'Ash-hadu anla ilaaha ill-Allah wa anna Muhammadan rasulullah. Raditu billaahi rabban, wa bil- Islami dinan wa bi Muhammadin rasulan' (atestiguo que no hay dios salvo Allah, único, sin asociados con él, y que Muhámmad es su siervo y su mensajero, me complazco de Allah como Señor, y Muhámmad como mensajero) – sus pecados seraán perdonados”.
– Enseñó que después de repetir las frases del adhán, se debe invocar bendiciones sobre el Profeta r diciendo: “Allaahumma rabba hadhihid-da`watit-taamma was-salaatil-qaa'imati, aati Muhammadan al-wasilata wal-fadhilata, wab`ath-hu maqaaman mahmudan alladhi wa`adtah’ (“¡Oh Señor! Señor de este llamado perfecto, y de esta oración establecida, concede a Muhámmad, al-Wasila (una estación del Paraíso) wal-Fadila (rango por encima del resto de la Creación), y concédenos su intercesión que le has prometido)
– Enseñó que las súplicas realizadas entre el adhán y el iqámah nunca son rechazadas por Allah.