Las enseñanzas del Profeta r sobre la oración para pedir lluvias[1]
– El Profeta solía suplicar a Allah por lluvia en el púlpito mientras pronunciaba el sermón del viernes y también oraba por lluvia en otros días. Oraba por lluvia mientras estaba sentado en la mezquita, levantando las manos y suplicando a Allah, el Poderoso y Majestuoso.
– Sus súplicas por la lluvia incluían las siguientes: “Allaahumm-asqi `ibaadaka wa bahaa'imaka wanshur rahmataka wahi baladakal-maiit”. (Oh Allah, provee agua para Tus servidores y tus animales, disemina Tu misericordia y reaviva tu tierra sin vida.)[2] “Allaahumma-sqina ghaizan mughizan, mari'an, mari`an, naafi`an ghaira dhaarrin, `aayilan, ghaira aayilan”. (Oh Allah, bendícenos con la lluvia que revive, es satisfactoria, fructífera, beneficiosa y no dañina, inmediata y no tardía.)[3]
– Cuando veía nubes y viento, la ansiedad se mostraba en su rostro y se paseaba de un lado para otro. Cuando finalmente llovía se lo veía aliviado.
– Al ver la lluvia solía decir: “Allaahumma saiiban nafi'an.” (Oh Allah, que sea una lluvia beneficiosa.)[4] Él se quitaba parte de su camisa para exponer su cuerpo a la lluvia. Cuando se le preguntaba acerca de ese proceder, dijo que era la renovación del pacto con su Señor.[5]
– Cuando llovía torrencialmente, la gente le solicitaba que le pidiera a Allah que contuviera la lluvia y él lo hacía, diciendo: “Allaahumma hawalaina wa la `alaina. Allaahumma `alaz-ziraabi wal-akaami wa butunil-awdiati wa manaabitish-shayar”. (Oh Allah, alrededor nuestro y no sobre nosotros. Oh Allah, sobre los bosques, las montañas, las colinas, los valles y los árboles.)[6]