Las enseñanzas del Profeta r sobre las súplicas[1]
El Profeta r era el que mejor glorificaba a Allah, y todo lo que pronunciaba era en alabanza a Allah Todopoderoso. Lo que fuera que ordenara, prohibiera o sobre lo que legislara para la nación del Islam, era en esencia una glorificación a Allah. Incluso su silencio era una glorificación a Allah desde su corazón. Su glorificación y alabanza a Allah corría con su aliento, ya fuera que estuviese de pie o sentado o recostado o caminando o montando, o viajando o en su hogar, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él.
– Cuando llegaba la mañana solía decir: “Comenzamos la mañana en el estado natural del Islam siendo monoteístas, en la religión de nuestro Profeta Muhámmad, y en el camino de nuestro padre Abraham, un monoteísta inclinado hacia la verdad; quien no era de los que asociaban iguales a Allah”.[2]
– Decía: “Oh Señor, por Ti alcanzamos la mañana y por Ti alcanzamos la tarde. Por Ti vivimos y por Ti morimos, ante Ti seremos resucitados”.[3]
– También dijo: “Cuando los alcance la mañana, digan: ’La mañana ha venido a nosotros y el dominio le pertenece a Allah, el Señor de los Mundos. Oh Señor, pido de Ti el bien de este día, su éxito, su victoria, su luz, su bendición y guía recta. Y busco refugio en Ti del mal que éste contiene y del mal que lo sigue’”. Al llegar la tarde decía algo similar.[4]
– Dijo: “La mejor súplica para buscar el perdón es decir: ‘Oh Señor, Tu eres mi Señor –no hay dios sino Tú. Tú me creaste y yo soy Tu servidor; y mantengo Tu pacto y mi promesa hacia Ti tanto como me es posible hacerlo. Busco refugio en Ti del mal que yo mismo he hecho. Reconozco ante Ti mi pecado; perdóname. En verdad, nadie puede perdonar mis pecados excepto Tú’. Quien recite esto en la mañana con fe y muera el mismo día entrará al Paraíso. Y quien recite esto en la tarde con fe y muera esa noche entrará al Paraíso.”[5]
– También dijo: “Quien recite cada mañana: ‘La ilaaha'ill-Allaahu wahdahu la sharika lahu, lahul-mulku wa lahul-hamdu wa huwa `ala kulli shai'in qadir’ (No hay divinidad sino Allah, Único, sin asociados. Suya es la soberanía, a Él pertenece toda alabanza y Él es sobre toda cosa poderoso) cien veces al día, será recompensado con el equivalente a liberar a diez esclavos, cien buenas acciones le serán registradas y cien malas acciones le serán borradas. Ese día será protegido de Satán hasta la noche, y nadie podrá presentar algo mejor que eso [el Día del Juicio] excepto quien haya hecho más (obras de bien)”.[6]
– Solía suplicar en la mañana y en la noche con estas súplicas: “Oh Señor, te pido por buen juicio en este mundo y en el Más Allá. Oh Señor, te pido el perdón y el buen juicio en mi religión y mi vida mundana, mi familia y mi propiedad. Oh Señor, cubre mis faltas y calma mis temores. Oh Allah protégeme por delante, por detrás, por mi derecha y por mi izquierda y por encima de mí. Busco refugio en tu grandeza de ser tragado por la tierra”.[7]
– Dijo: “No hay servidor de Allah que recite cada mañana y cada tarde: 'En el nombre de Allah con cuyo nombre nada puede causar daño en la tierra o en los cielos, Él todo lo escucha, todo lo sabe' tres veces sin obtener protección contra todo perjuicio”.[8]
– Abu Bakr as-Siddiq t le preguntó: “Oh Mensajero de Allah, enséñame qué decir cuando llegue la mañana y cuando llegue la tarde”. Le dijo: “Di: ’Oh Señor, Creador de los cielos y de la tierra, Conocedor de lo oculto y lo manifiesto, Señor, soberano y dueño de todas las cosas, atestiguo que no hay dios sino Tu. Busco refugio del mal de mí mismo y del mal de Satán y sus socios, de que me perjudique a mí mismo, o perjudique a otra persona’”. El Profeta r añadió: “Di esto en la mañana, en la tarde y cuando vayas a la cama”.[9]
– Cuando salía de su hogar, el Profeta r solía decir: “Bismillaah, tawakkaltu `ala Allah” (En el nombre de Allah, confío en Allah), y luego añadía: “Oh Señor, busco refugio en Ti de desviarme o desviar a alguien, de causar que alguien resbale o me resbale, de hacerle mal a alguien o que me hagan mal, de comportarme mal o de que alguien se comporte mal conmigo”.[11]
Enseñaba: “Aquel que dice al dejar su hogar: 'Bismillaah, tawakkaltu `ala Allaah, la hawla wa la quwwata illa billaah' (En el nombre de Allah, confío en Allah. No hay fuerza ni poder excepto a través de Allah) le será dicho: 'Has sido guiado, sustentado y protegido, y Satán permanecerá alejado de ti'.”[12]
– Cuando salía para la oración del fayr decía: “Oh Señor, da luz a mi corazón, luz a mi lengua, luz a mis oídos, luz a mi vista, luz detrás de mí, luz delante de mí, luz sobre mi y luz debajo de mi. Oh Allah, ilumíname”.[13]
– Decía: “Cuando un hombre entra a su hogar debe decir: 'Oh Señor, te pido por la mejor entrada y la mejor salida. En el nombre de Allah entramos y confiamos en Allah, nuestro Señor'. Luego debe saludar a su familia”.[14]
– Cuando entraba a una mezquita, el Profeta r solía recitar: “A`udhu billaahil-`adim wa bi-wayhihil-karim wa bi-sultaanihil-qadimi minash-shaitaanir-rayim” (busco refugio en el Grandioso y en su noble semblante y su autoridad eterna de Satán, el rechazado) Dijo: “Cuando alguien dice esto, Satán dice: ‘Él ha sido protegido de mi por el resto del día’”.[16]
– También decía: “Cuando uno de ustedes entra a la mezquita, que invoque bendiciones sobre el Profeta Muhámmad r, y que diga: 'Allaahumma iftah li abwaaba rahmatik' (Oh Señor, abre para mí las puertas de Tu misericordia), y al dejar la mezquita que diga: 'Allaahumma inni as'aluka min fadhlik.' (Oh Señor, concédeme de Tu abundancia)”.[17]
Cuando veía la luna nueva de cada mes, el Profeta solía decir: “Oh Señor, haz que salga sobre nosotros con prosperidad y fe, con paz e Islam. (Dirigiéndose a la luna decía) Nuestro Señor y tu Señor es Allah”.[19]
– Está confirmado que el Profeta r dijo: “A Allah le agrada el estornudo, y le disgusta el bostezo. Por lo tanto si uno de ustedes estornuda, y alaba a Allah, entonces es deber de quien le oye decir: 'Yarhamuk-Allah' (Que Allah te conceda misericordia). Sobre el bostezo, este es causado por Satán, por lo tanto si uno de ustedes va a bostezar, que lo retenga tanto como pueda, debido a que cuando alguien bosteza Satán se ríe de él”.[21]
– Cuando el Profeta r estornudaba, solía cubrir su boca con su mano o su prenda de vestir y suprimía el sonido.[22]
– Cuando estornudaba y alguien le decía: “Yarhamuk-Allah”, él solía responder: “iarhamuna-Allaahu wa iiakum wa iaghfiru lana wa lakum” (Que Allah tenga misericordia de nosotros y nos perdone).
– Dijo: “Cuando uno de ustedes estornude que diga: 'Al-hamdu lillaah' (Alabado sea Allah), y su hermano o compañero debe decirle: 'Yarhamuk-Allah' (Que Allah tenga misericordia de ti). Entonces, cuando diga: 'Yarhamuk-Allah', él debe decir: 'iahdikumullaahu wa yuslihu baalakum' (Que Allah te guíe y mejore tus asuntos).”[23]
– También decía: “Si uno de ustedes estornuda y alaba a Allah (diciendo ‘Al-hamdulillah’), entonces que le digan: 'Yarhamuk-Allah', pero si no alaba a Allah, entonces no se le dice nada”.[24] Cuando alguien estornudaba más de tres veces, no seguía repitiendo las súplicas por él, sino que decía: “Ese hombre tiene un resfrío”.[25]
– Fue narrado que los Judíos pretendían estornudar en su presencia esperando que él respondiera diciendo: 'Que Allah tenga misericordia de ti', pero él r solo decía: 'Yahdikum-ullaahu wa yuslihu baalakum.' (Que Allah te guíe y mejore tu condición.)[26]
Quien ve a una persona afligida y dice: 'Al-hamdu lil-laahilladhi `aafaani mimmabtalaaka bihi wa fadh-dhalani `ala kazirin mimman jalaqa tafdhila' (La alabanza sea para Allah quien me ha hecho exento de eso con lo que te ha probado y me ha dado preferencia sobre muchos de aquellos que ha creado) no será tocado por esa aflicción, no importa cuál sea”.[28]
El Profeta r le ordenó a su gente que cuando oyeran el rebuznar de un burro buscaran refugio en Allah de Satán, y al oír el canto de un gallo, pedirle a Allah de Su abundancia.[30]
El Profeta r instruyó a quien sintiera ira que hiciera el wudhu', que se sentara si estaba de pie, se acostara si estaba sentado y que buscara refugio en Allah de Satán.