Las enseñanzas del Profeta r sobre el ayuno[1]
– De acuerdo con sus enseñanzas él solo empezaba el ayuno de Ramadán luego de un avistamiento verificado de la luna nueva o de la evidencia de un testigo. En caso de que no fuera vista y sin un testigo, él completaría 30 días del mes de Sha`bán.
– Si la luna nueva no podía ser vista en el 29 de Sha`bán debido a las nubes, él completaba treinta días del mes. No ayunaba el día de la duda, ni le decía a nadie que lo hiciera.
– Terminaba el ayuno al final del mes basado en el testimonio de dos testigos.
– Si dos testigos daban testimonio de haber visto la luna luego de que el tiempo de la oración del ‘Eid había pasado, él rompía su ayuno, le ordenaba a la gente hacer lo mismo y hacía la oración del ‘Eid en su tiempo a la mañana siguiente.
– Solía apurarse a romper el ayuno al ocaso y le ordenaba a la gente hacer lo mismo. Pero solía demorar el suhur[2] y alentaba a otros a hacer lo mismo.
– Solía romper su ayuno antes de realizar la oración del maghrib. Rompía su ayuno con dátiles frescos o secos, y si éstos no estaban disponibles, con agua.
– Al romper su ayuno decía r: “Dhahab ad-dama'u wabtallatil-`uruqu wa zabatal-ayr 'in shaa Alláh.” (La sed se ha ido, las venas se han humedecido y la recompensa está asegurada, si Allah quiere.)[3]
– Solía intensificar sus actos de adoración en Ramadán. Él ángel Gabriel se reunía con él en este mes para repasar el Corán.
– Durante Ramadán también incrementaba la caridad, las buenas acciones, la recitación del Corán, la oración, la remembranza de Allah y el retiro espiritual (i`tikáf).
– Solía hacer ciertos actos de adoración particulares en Ramadán. Algunas veces continuaba ayunando si romper el ayuno en la noche, aunque le prohibía a sus compañeros hacer lo mismo. Él les permitía a ellos continuar sólo hasta el momento del suhur.
– De sus enseñanzas era que cuando alguien ayuna debe abstenerse de hablar inapropiadamente como discusiones ruidosas, insultar o responder a ellos. Él instruyó que si alguien maldecía o insultaba uno sólo debía decir: “Estoy ayunando”.
– Cuando viajaba, a veces observaba el ayuno y a veces rompía su ayuno, y le daba a sus compañeros la opción de hacer cualquiera de las dos cosas.
– Solía ordenar a sus compañeros romper su ayuno si eran obligados a luchar en una batalla.
– No especificó ninguna distancia después de la cual un viajero estaría excusado de ayunar.
– Cuando sus compañeros empezaban un viaje, ellos rompían su ayuno antes de dejar el área residencial y afirmaban que esta era la sunnah del Profeta r.
– Podía suceder que en un día de ayuno él estuviera en estado de impureza sexual al llegar el amanecer, pero antes de la oración hacía el ghusl[4] y observaba el ayuno como era usual.
– Solía besar a su esposa mientras ayunaba en Ramadán.
– Solía limpiar sus dientes con un palillo, lavar su boca y nariz y derramaba agua sobre su cabeza mientras ayunaba.
– Enseñó que quien come o bebe por equivocación u olvido no anula su ayuno.
– Enseñó que las personas enfermas y las que viajan rompen el ayuno y reponen el día perdido después. También enseñó que la mujer embarazada o que estuviera amamantando no ayunara si temía sufrir algún daño.
– Sus enseñanzas sobre el ayuno fueron completas y perfectas para lograr el objetivo deseado con facilidad. Él solía ayunar hasta que la gente pensaba que él ayunaba constantemente. Y en ocasiones se abstenía de ayunar hasta que la gente pensaba que ya no iba a ayunar más. Nunca ayunaba un mes entero excepto Ramadán, y nunca ayunaba tanto como lo hacía en el mes de Sha`bán.
– De acuerdo con sus enseñanzas, no es permitido ayunar los viernes exclusivamente, pero él era cuidadoso de ayunar los lunes y los jueves.
– Nunca dejó de ayunar los días de luna llena (el 13, 14 y 15 de cada mes lunar), ya fuera que estuviera residente o de viaje, y alentaba a otros a ayunar con él.
– También solía ayunar los primeros tres días de cada mes lunar.
– Alentaba a ayunar seis días del mes de Shawaal, diciendo que ayunar esos días luego del ayuno de Ramadán equivaldría a ayunar el año entero[5]. Siempre ayunaba el día de 'Ashura'[6], mencionando que expiaba los pecados del año pasado.[7]
– Con relación al día de `Arafat, decía que éste expiaba los pecados del año pasado y del año venidero[8]. Pero su enseñanza para los peregrinos del Hayy era no ayunar el día de `Arafat.
– No era de sus enseñanzas ayunar todos los días del año. Por el contrario, dijo r: “Quien ayune todos los días no ha ni ayunado ni roto el ayuno”.[9]
– Algunas veces solía intentar ayunar voluntariamente y luego rompía su ayuno. En ocasiones le preguntaba a su familia: “¿Tenemos algo para comer?” Si le decían que no, entonces decía r: “Entonces, estoy ayunando”.[10]
– Dijo r: “Si alguno de ustedes es invitado a una comida mientras esté ayunando, debe decir: ‘Estoy ayunando’.”[11]
– Siempre hacía un retiro espiritual durante los últimos diez días de Ramadán hasta que murió. Una vez no pudo hacerlo y lo repuso con la misma cantidad de días al mes siguiente.
– Una vez hizo el i`tikáf en los primeros diez días de Ramadán, luego en los diez días del medio, luego en los últimos diez días, buscando Lailatul-Qadr. Luego se volvió claro para él que era en los últimos diez días, entonces continuó haciéndolo así, hasta que murió.
– Siempre combinaba el i`tikáf con el ayuno.
– Solía pedir que le levantaran una carpa en la mezquita en la que se pudiera recluir.
– Cuando tenía la intención de hacer el i`tikáf, lo empezaba luego de hacer la oración del fayr.
– Su estera para dormir estaba dentro de su tienda, a la cual entraba solo.
– Sólo regresaba a su casa para responder al llamado de la naturaleza.
– Solía poner su cabeza dentro de la habitación de A’isha para que peinara su cabello, incluso si ella tenía la menstruación.
– Algunas de sus esposas solían visitarlo durante el i`tikáf, y cuando ella se levantaba para irse, él se levantaba y la acompañaba. Estas visitas eran por la noche.
– No tenía relaciones sexuales durante el i`tikáf, ni siquiera besos.
– Solía hacer el i`tikáf diez días cada año, en el año en que murió lo hizo durante veinte días.