El Imperio Otomano
Con sede en la antigua Constantinopla, el Imperio otomano pudo dar comienzo a la islamizacion de la tercera península de la Europa meridional. Su expansión ulterior quedaba detenida a las puertas de Viena en 1529 y, una generación mas tarde, en aguas del golfo de Lepanto (1571). La derrota de Lepanto significo el final de la contracruzada musulmana. Mientras tanto el poderío de los turcos otomanos se había dejado sentir también entre los pueblos islámicos. Selim I 81512-1520), según hemos visto, acabo con el sulfanato de los mamelucos de Egipto y Siria, se anexiono ambos países (1517) y agrego al titulo de sultán, que hasta entonces habían llegado sus antecesores y el mismo el de califa. El hombre de Selim fue invocado en las mezquitas del imperio otomano durante las preces públicas de los viernes. Selim se consideraba heredero de los califas de Bagdad y de los emperadores de Bizancio “gobernador de ambas tierras y de ambas mares” y “ministro de las ciudades santas”. Le sucedió Solimán el magnifico (1520 – 1566) que llegó a conquistar Hungria tras la tras la toma de Budapest (1526) y logró apoderarse de Bagdad y Tabriz (1534) afirmando el poder de Turquía en Asia y en Europa y convirtiéndola en una potencia europeizada paulatinamente. De nuevo un pueblo de religión musulmana entraba en el concierto de países europeos, conversando su civilización arabopersa.
Aunque a partir de la muerte de Solimán decae el espíritu de conquista, al esplendor de Turquía continua a lo largo del siglo XVII. Viena, capital del Imperio austriaco, se v amenazada una vez mas en 1683 por Kara Mustafá y la salva el rey de Polonia Juan Sobieski. Desde entonces se puede considerar iniciado el periodo de estancamiento Budapest se pierde en 1686 y Belgrado en 1688 que perdura en el siglo XVIII, para completar su ocaso en el XIX: autonomía de Besarabia (1812) y Servia (1817); independencia de Grecia (1829); separación de Moldavia y Valaquia (1859); segregación de Rumelia y creación de Bulgaria (1878); separación de la Dobrudja, Bosnia y Herzegovina (1878); incorporación de Tesalia a Grecia (1881); traspaso a Inglaterra de la isla de Chipre, y cesión a Italia de la de Rodas (1912), y perdida de Albania (1812) y Macedonia (1913). En 1920 solo le quedaba a Turquía, en Europa, el hinterland de Estambul, hasta Asdrianópolis.
En África
Con sede en la antigua Constantinopla, el Imperio otomano pudo dar comienzo a la islamizacion de la tercera península de la Europa meridional. Su expansión ulterior quedaba detenida a las puertas de Viena en 1529 y, una generación mas tarde, en aguas del golfo de Lepanto (1571). La derrota de Lepanto significo el final de la contracruzada musulmana. Mientras tanto el poderío de los turcos otomanos se había dejado sentir también entre los pueblos islámicos. Selim I 81512-1520), según hemos visto, acabo con el sulfanato de los mamelucos de Egipto y Siria, se anexiono ambos países (1517) y agrego al titulo de sultán, que hasta entonces habían llegado sus antecesores y el mismo el de califa. El hombre de Selim fue invocado en las mezquitas del imperio otomano durante las preces públicas de los viernes. Selim se consideraba heredero de los califas de Bagdad y de los emperadores de Bizancio “gobernador de ambas tierras y de ambas mares” y “ministro de las ciudades santas”. Le sucedió Solimán el magnifico (1520 – 1566) que llegó a conquistar Hungria tras la tras la toma de Budapest (1526) y logró apoderarse de Bagdad y Tabriz (1534) afirmando el poder de Turquía en Asia y en Europa y convirtiéndola en una potencia europeizada paulatinamente. De nuevo un pueblo de religión musulmana entraba en el concierto de países europeos, conversando su civilización arabopersa.
Aunque a partir de la muerte de Solimán decae el espíritu de conquista, al esplendor de Turquía continua a lo largo del siglo XVII. Viena, capital del Imperio austriaco, se v amenazada una vez mas en 1683 por Kara Mustafá y la salva el rey de Polonia Juan Sobieski. Desde entonces se puede considerar iniciado el periodo de estancamiento Budapest se pierde en 1686 y Belgrado en 1688 que perdura en el siglo XVIII, para completar su ocaso en el XIX: autonomía de Besarabia (1812) y Servia (1817); independencia de Grecia (1829); separación de Moldavia y Valaquia (1859); segregación de Rumelia y creación de Bulgaria (1878); separación de la Dobrudja, Bosnia y Herzegovina (1878); incorporación de Tesalia a Grecia (1881); traspaso a Inglaterra de la isla de Chipre, y cesión a Italia de la de Rodas (1912), y perdida de Albania (1812) y Macedonia (1913). En 1920 solo le quedaba a Turquía, en Europa, el hinterland de Estambul, hasta Asdrianópolis.
En África
El gobernador de la provincia de Egipto, Mohamed Alí (1811-1849), obtenía la autonomía y el reconocimiento (1840) del carácter hereditario del bajato, y procedía a la conquista del Sudán (1820-1847). Francia e Inglaterra intervinieron en Egipto y luego en el Sudán. Francia conquisto Argelia (1830-1847) y estableció un protectorado en Túnez (1881). Italia conquisto Tripolitania (1911-1912). España y Francia establecieron sus respectivas zonas de protectorado en Marruecos (1912).
En Asia
En Asia
Rusia e Inglaterra se repartieron su influencia en el Irán (1907) y después de la Primera Guerra Mundial, Francia recibió el mandato de Siria, del que se separó el Líbano. E Inglaterra obtuvo el Irak, transjordania y Palestina. En el reino del Irak instauro a Feisal y en el emirato de Transjordania a Abadía hijos del cherif Husain de la Meca (m. 1931).
La nueva Turquía debía salir del gobierno creado en Angota o Ankara, Asia Menor, por Mustafá Kemal en 1919, limitándose a reivindicar la zona de Adrianópolis (1923) a Estambul, en Europa. El califato de Estambul fue abolido en 1924 y Turquía se convirtió en republica Iaica.
La nueva Turquía debía salir del gobierno creado en Angota o Ankara, Asia Menor, por Mustafá Kemal en 1919, limitándose a reivindicar la zona de Adrianópolis (1923) a Estambul, en Europa. El califato de Estambul fue abolido en 1924 y Turquía se convirtió en republica Iaica.