Los turcos Otomanos
Hacia el año 1300 se extinguió la dinastía saliuquí que tenia su centro en Iconium, Asia Menor, y varias casas locales turcas se repartieron su territorio, entre otras las de Karamán, Kermian, Saruján y Aidín. De todas ellas la má s importante fue con el tiempo la de los turcos otomanos, que se inicio en la antigua Frigia para extenderse a costa de los saliuquíes y de los bizantinos. Su fundador, Otmán, (1299-1326) y su hijo, Orján (1326-1360) tomaron a los bizantinos las ciudades de Brusa (1326). Nicomedia (1327) y Nicea (1331). Bajo Murad I (1360-1389). Los otomanos, con su capital en Brusa, afirmaron su poder en Anatolia y comenzaron las conquistas en la Europa balcánica, por Tracia. Sucesivamente cayeron Didimoteichos (1361), Adrianópolis (1362), Sofía (1385), y luego, en Macedonia, la región de Tesalónica (1387). El sultán siguiente, Bayaceto (1389-1402), completo la conquista de Servia y Bulgaria, tras las victorias de Amselfeld (Kosovo, 1389). Scutari (1393), Tarnovo (1393) y Nicópolis (1396), e hizo tributario al principado de Valaquia (1396).
La Europa cristiana se sintió gravemente amenazada y organizo la Cruzada que la condujo al esastre de Nicópolis. De no haber sido por la presencia de las hordas mogolas de Timar o Tamerlán, que, después de depredar Siria (1401) y destruir sus mezquitas y escuelas, se lanzaron contra Asia Menor, derrotando a los otomanos en la batalla de Angora (1402), la expansión otomana por Europa hubiese sido muy difícil de contener. La derrota de Angora la paralizó durante medio siglo.
La caída de Constantinopla en 1453 en manos del sultán otomano Mohamed II (1451-1481) señalo el fin del Imperio bizantino y proporciono al imperio otomano una excelente capital en Europa, rebautizada con el nombre de Estambul. La iglesia de Santa Sofía se convirtió en su mezquita mayor, después de experimentar varias reformas.