Los mamelucos en Egipto
Los sucesores de Saladito, caballerosos como el en sus luchas religiosas con los cruzados, no alcanzaron su talla. Y acabaron reemplazados por los mamelucos, o esclavos turcos de su propia guardia, quienes en 1250 en Egipto y diez años después en Siria, pasaron a ocupar su puesto, poniendo fin a la dinastía ayubí. Bajo los mamelucos, dinastía iniciada por Aybak (1250-1257) y vigorizada por Baibars (1260-1277), Siria y Egipto permanecieron unidos de nuevo, hasta 1517, en que los turcos otomanos les sucedieron. Los mamelucos dieron nuevo impulso a la recuperación de los territorios que aun se hallaban en poder de los cristianos. Sucesivamente, Baibars ocupó Nazaret (1263) y Cesarea (1265) y capitularon Arsuf, Jaffa (1268) y Antioquia. Su sucesor tomó Trípoli (1289) y otras fortalezas, y al-Ashraf (1290-1291) acabo con el dominio cristiano en Siria tras la toma y destrucción de San Juan de Acre en 1291, que hizo cayeran Tiro, Sidón, Beirut y otras plazas menores.
En el aspecto religioso desde el siglo XIII al XVI no se produjeron novedades destacadas Cabe señalar, no obstante, que Baibars se propuso restaurar el califato abbasí, dando lugar a una nueva serie de califas, desde 1261, que tuvieron por misiones esenciales administrar los fondos religiosos, presidir las ceremonias de los viernes en el Cairo, e investir a los sultanes mamelucos. La ficción continúo hasta que en 1517 el sultán otomano Salim, al ocupar Egipto, se llevo al último califá, Al-Mutavakil, a Estambul (Constantinopla).