El estudio de la esencia y atributos de Alláh; el de los varios aspectos de su acción creadora; el de la relación entre la libertad humana y la predestinación; la esencia y definición de a fe; el antropomorfismo de la divinidad, y mas aun las discusiones políticas, han motivado la aparición de varias sectas en el seno del islamismo. Mahoma predijo que su religión se dividiría en setenta y tres facciones, una sola de las cuales estaría en posesión plena de verdad. Los sunnitas u ortodoxos creen ser esta facción, admitiendo cuatro escuelas jurídico-teológicas en su seno, según ya hemos indicado.
Las tendencias divergentes de la ortodoxia sunnita que ha tenido alguna trascendencia no han sido tantas. A partir de la muerte del profeta empezaron las divergencias, con motivo de su sucesión. La reserva del califato o vicariato, de momento para la tribu de los joraichitas por haber sido la de Mahoma, no fue admitida por los Jarichíes o disidente.
Secta de Los Jarichíes
Protestaron los Jarichíes, en el siglo VII, de que la dignidad califal fuera detentada por una tribu o por una familia, considerando que para sucesor del profeta debía elegirse el más digno fuera quien fuese, incluso un esclavo negro. Se apartaban de los sunnitas u ortodoxos en algunos aspectos importantes, demostrando una mentalidad de tendencia mas democrática, que en los primeros siglos del Islam provoco conflictos sangrientos por la ocupación del califato.
En nuestros días reciben el nombre de ibadíes (o ibaditas) por haber sido Ibn Ibad uno de sus jefes. Sus principales puntos de disidencia son: negar que el Corán sea un libro “increado”; prohibir el culto de los santos; combatir las comunidades sufíes; abominar de las peregrinaciones locales y negar que los musulmanes pueden salvarse sin practicar “buenas obras” (es decir, con solo la fe islámica y la intercesión de Mahoma).